Los dichos de Richard von Appen no cayeron bien en los trabajadores portuarios. El dirigente del sector, Pablo Klimpel, señaló que el ofrecimiento de la empresa no es un regalo: "No se puede hacer un regalo y luego cobrarlo. Lo que Richard von Appen nos ha dado son préstamos, que luego tengo que devolver con mi salario".
El dirigente agregó que dado el monto del préstamo y la estructura de trabajo por turno, con el descuento por planilla "ni siquiera en un año alcanzamos a pagar eso, estaría endeudado con la empresa a un año y medio".
Sobre la intransigencia de la compañía ante los actos de violencia, afirmó que también creen que la violencia no es positiva "y somos autocríticos con eso, pero la violencia ocurre justamente cuando las vías de diálogo se obstruyen y no hay comunicación.
Es un fenómeno social que ocurre por la frustración". En cuanto al devenir de las negociaciones, Klimpel comentó que por ahora están en conversaciones internas con el gobierno, "hemos estado en eso en la tarde, elaborando documentos. Harta pega", sostuvo.