Incidida fuertemente por el alza de tipo de cambio, la inflación en el primer mes del año sorprendió al mercado. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en enero el Índice de Precios al Consumidor (IPC) experimentó un alza de 0,6%. La cifra no solo se sitúa por encima del 0,4% que proyectaba el consenso, sino que además se inscribe como el registro más alto que haya tenido la variable en el primer mes del año desde 1998, cuando entonces alcanzó una variación mensual de 0,7%.

Si se compara mes contra mes, el registro de enero es el más alto desde el 0,8% que se registró en octubre pasado, cuando estalló la crisis. Con este resultado, la inflación en 12 meses subió a 3,5%, y lleva a la variable a situarse en la parte alta del rango de tolerancia de la meta del Banco Central (2% - 4%). En tanto, la inflación subyacente se mantiene en 2,5%.

En el desglose, la mayor incidencia en la inflación provino del comportamiento positivo de nueve de sus 12 divisiones. El mayor aporte vino dado por el alza mensual de 1,0% en la división de alimentos, la cual se vio impactada principalmente por un aumento en los precios de carnes y algunas frutas y verduras, entre ellas el limón (57,4% mensual). En tanto, el segundo mayor aporte vino dado por el alza de 1,1% en la división de transporte. Esto, influenciado por el traspaso del tipo de cambio a la inflación y su repercusión en los precios de la gasolina, de los boletos del transporte aéreo, bus interurbano y automóviles nuevos.

En lo inmediato, los expertos proyectan que para febrero la inflación estará entre 0,1% y 0,3%. En tanto, para marzo ven que podría estar entre 0,2% y 0,4%. Con todo, y teniendo en cuenta el dato de enero, creen que el IPC en el primer trimestre podría incluso situarse levemente por sobre el 1%.

De concretarse tal previsión para este período del año, podría ser el de mayor inflación desde 2016.

expertos. La mayoría de los expertos apuntan a que la menor actividad económica junto con debilidad en la demanda interna dará poco margen para que aumenten los precios.

Para el economista de Banchile Agustín García, en adelante todo va a depender del escenario macroeconómico y cuánto se despeje o no la incertidumbre. En este punto plantea que si la demanda interna se mantiene débil habrá poco margen para que aumenten los precios.

En tanto, el economista jefe de Tanner, Sergio Godoy, dice que los factores inflacionarios superarían a los deflacionarios. De hecho, corrigió su proyección para 2020, de 3,3% a 3,5%.

Felipe Ruiz, de BCI Estudios, argumenta que "el mayor traspaso del tipo cambio a precios es un fenómeno de corto plazo asociado a la volatilidad", pero que en adelante empezará "a dominar el efecto de menor actividad económica. Lo que haría que el IPC de 2020 se sitúe en 3%".

Sindy Olea, de Santander, ve que la mayor depreciación de la moneda impulsará la inflación por sobre 3% durante la primera parte del año. Sin embargo, en el segundo semestre esperan que la inflación cierre el año en 2,6%, producto de las mayores brechas de capacidad.