El dólar no detiene su tendencia alcista frente al peso chileno y en la jornada de este lunes anotó un alza casi tan vigorosa como la del viernes, lo que le permitió quebrar la resistencia de los $ 800 y la dejó como la moneda de peor desempeño en el mundo.
En una sesión más bien positiva para los mercados del mundo, la divisa estadounidense cerró en punta vendedora $ 802,95, lo que representa un aumento de $ 15,05 en relación con el cierre del viernes. Con esto, en dos días, el dólar acumula un aumento de $30,45, lo que convirtió al peso chileno en la moneda de peor desempeño durante la jornada del lunes y en lo que va de agosto.
Además, el valor del dólar de este lunes es el más alto desde el 3 de julio pasado, que ha juicio de Alejandro Alarcón, economista de la Universidad de Chile, muestra que “claramente ha habido un cambio en la trayectoria que estaba mostrando el peso al reevaluarse”. En ese marco asegura que “viendo que el dólar sigue débil en los mercados internacionales, uno podría concluir que es una expectativa de salida de capitales la que está provocando eso”.
De todas maneras, considera que es muy pronto emitir un juicio sobre si se trata de una tendencia que veremos las próximas jornadas, algo que comparte Sergio Lehmann, economistas jefe de BCI Estudios. “Lo que hoy se advirtió es que las AFP estuvieron comprando dólares y que inversionistas extranjeros también lo hicieron, movimientos que empujaron el dólar hacia arriba”, señala este último.
En tanto Matina Ogaz, economista de Euroamérica, se anima a dar una proyección, apuntando a que el alza será temporal y que pronto podríamos ver a la divisa estadounidense en $ 785. La venta de dólares podría fortalecer al peso chileno, frente a las fuerzas que lo debilitan, que desde su punto de vista son dos: la compra de dólares de inversionistas no residentes y el conflicto entre China y EEUU.
Ponderando el riesgo chino
La confrontación entre las dos mayores potencias mundiales es muy seria para algunos analistas, como el economista de la Universidad de Columbia, Jeffrey Sachs, quien este lunes, en entrevista con CNBC, advirtió sobre la posibilidad de que se esté avanzando a una “guerra fría geopolítica”, lo que podría amenazar a la recuperación económica y los mercados.
“La última Guerra Fría fue bastante peligrosa y esta sería aún más peligrosa. Es completamente erróneo y equivocado, pero muchos estadounidenses quieren confrontar a China y piensan que nosotros dirigimos el espectáculo, lo cual es una visión muy peligrosa”, indicó Sachs.
En una línea similar, Sam Bullard, economista senior de Wells Fargo, sostiene que “este aumento de las tensiones geopolíticas corre el riesgo de extenderse a una mayor perturbación económica”. Sin embargo, advierte una limitación que bien puede explicar la reciente indiferencia de los mercados al conflicto.
Desde su punto de vista, el pacto de Fase 1, que firmaron ambos partes en enero de este año, es “una pieza fundamental para la estabilidad entre los dos países en medio de la tensión actual”, por lo cual “sigue siendo de interés para ambos países mantener intacto el acuerdo comercial y sospechamos que al final eso se llevará a cabo”.
Riley Walters, analista senior y economista en The Heritage Foundation, tiene la misma apuesta. “A pesar de los recientes acontecimientos en las relaciones entre Estados Unidos y China, parece que están comprometidos con el acuerdo de la Fase Uno”, asegura. En ese marco, destaca que “si bien es poco probable que China pueda satisfacer sus compromisos de compra en virtud del acuerdo, también es poco probable que Estados Unidos se retire del pacto en este momento o imponga nuevos aranceles”.
Por su parte, Michael Pearce, economista senior para EEUU en Capital Economics, si bien considera que “había serias dudas sobre el acuerdo comercial Fase 1, incluso antes de la pandemia” y sospecha que el pacto “se retirará antes de las elecciones”, mientras crece el desacoplamiento tecnológico, con el caso de Tik Tok como ejemplo, Wall Street tiene mayores preocupaciones en este momento.
US$250.000 millones a seguros de desempleo
El gobierno de Estados Unidos dirigió un total de US$250.000 millones para el traspaso de, en promedio, US$600 semanales a los que accedieron los estadounidenses por seguro de desempleo, recursos que provinieron del primer paquete de ayuda fiscal por coronavirus y que expiró el 31 de julio.
De acuerdo con los datos facilitados por un vocero del Departamento de Trabajo de ese país, serían alrededor de 31 millones de estadounidenses los que se vieron beneficiados por esos aportes fiscales.
El nuevo programa continúa discutiéndose en el Congreso, sin que demócratas y republicanos logren llagar a un acuerdo. Mientras tanto, Trump firmó un decreto según el cual el fisco deberá aportar US$300 y los estados otros US$100 para ayudar a cada uno de los millones de desempleados.