Las inestabilidades políticas en el mundo presionaron otra vez a los mercados. En medio de las preocupaciones por el endeudamiento en Europa, las fallidas negociaciones por Brexit y los efectos de la guerra comercial, los inversionistas perdieron el apetito por el riesgo y se refugiaron en el dólar.
El Dollar Index -indicador que mide el desempeño de la divisa frente a seis monedas del mundo- subió 0,79%, marcando su tercera jornada consecutiva al alza, ubicándose en nuevos máximos desde junio 2017. La canasta de monedas emergentes mostró los mayores impactos. Del grupo, solo el rublo ruso se apreció contra el dólar con avance de 0,35%.
En el plano local, el tipo de cambio cerró en los $687,5, subiendo $2,7 respecto al cierre anterior y anotando su segunda jornada consecutiva al alza.
Según el analista de XTB Latam, Carlos Quezada, la publicación del IPC de Estados Unidos el miércoles, será determinante para las próximas sesiones, en donde podría alcanzar nuevamente los $700.
"El mercado espera que la inflación subyacente llegue al 2,2% anualizado. Si tenemos un dato sobre 2,2% entregará más presión alcista para el dólar a nivel internacional lo que podría presionar al tipo de cambio local para ir a buscar los $700", estima Quezada. Las declaraciones del Banco Central Europeo protagonizaron el primer golpe para el ánimo de los mercados.
"Se ven resurgir en Europa preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda, tanto en el sector público como en el privado" dijo el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, en un discurso en Fráncfort.
En ese sentido, el titular de la entidad puntualizó en el caso de Italia, cuya deuda pública representa el 130% del PIB, y es la principal problemática para el bloque.
El contagio a otros países de Europa "ha sido limitado de momento" pero es ahora "una posibilidad", dijo Guindos. El temor respecto a Europa se incrementó tras los nulos avances en las negociaciones por Brexit.