Mientras los magnates estadounidenses parecen estar enriqueciéndose, Donald Trump ve como su fortuna ha caído en el último tiempo. En un solo año el presidente de Estados Unidos bajó 11 puestos en el ranking de multimillonarios de Forbes y se ubica en el lugar 259 de la lista.
Justo después de lanzar su campaña presidencial, el magnate tenía una fortuna de unos US$4.500 millones, frente a los US$3.100 millones que tiene en la actualidad. Es decir, su riqueza disminuyó en US$1.400 millones, lo que equivale a un tercio de lo que tenía hace poco más de 3 años.
Sin embargo, su fortuna se mantuvo prácticamente sin variación desde 2017 a la fecha.
Según indica Forbes la baja en su fortuna se debe a mayores informaciones de prensa sobre sus activos (que revelaron por ejemplo que su penthouse en la Trump Tower es más pequeño de lo declarado), un declive en las ventas en las tiendas en favor del comercio en línea que afectan sus propiedades comerciales, la ralentización del mercado inmobiliario en Nueva York, sobre todo en el sector de lujo, y a la forma en que la presidencia afecta la marca Trump.
Aunque construyó gran parte de su fortuna prestando su nombre a proyectos que no siempre son de su propiedad, una investigación de Forbes asegura que la estrategia está siendo contraproducente, ya que su nombre ya no es sinónimo de lujo sino de división, lo cual aleja a potenciales socios comerciales y también a potenciales compradores de lujosos apartamentos.