Las declaraciones cruzadas entre Estados Unidos y China no han cesado desde la última escalada de la guerra comercial, manteniendo el nerviosismo en los mercados internacionales. Ayer, el Dow Jones retrocedió 0,8%, acumulando un descenso de 3,4% en ocho días de retrocesos, lo que califica como su peor racha desde marzo de 2017.
"Lo que tenemos que hacer es crear un entorno en el que sea más doloroso para las otras partes tener estas enormes barreras comerciales", señaló ayer el secretario de Comercio de EEUU en entrevista con CNBC. Aunque la retórica no es la más conciliadora, aseguró que el "el objetivo final del presidente (Donald Trump) es reducir los aranceles, reducir las barreras comerciales y crear un campo de juego abierto para las compañías estadounidenses de todo el mundo (...) Para llegar allí, hemos tenido que tomar otras medidas".
En China también persisten las preocupaciones. Ayer, Shanghái retrocedió 1,37% y aunque el miércoles registró un leve rebote, en lo que va de la semana acumula una baja de 4,83%.
"Es profundamente lamentable que en EE0UU hayan sido tan caprichosos, escalando las tensiones y provocando una guerra comercial", señaló ayer el vocero del ministerio de Comercio, agregando que "Estados Unidos está acostumbrado a poner 'grandes trabas' para las negociaciones, pero este enfoque no se aplica a China".
Los mercados emergentes, entre ellos nuestro país, no deben perder de vista la confrontación entre las dos mayores economías globales. Según indicó a Bloomberg William Jackson, economista senior de Capital Economics, "las pequeñas economías abiertas en Asia Oriental, como Taiwán, Singapur y Malasia, parecen más expuestas a los aranceles de EEUU sobre las importaciones procedentes de China (...) Del mismo modo, Chile, que produce el cobre utilizado en el sector de la electrónica de China, también se vería afectado".
Las autoridades nacionales son conscientes del riesgo. Rodrigo Yáñez, Director General de la Direcon, dijo a Pulso que si siguen aumentando las presiones proteccionistas habría "un impacto negativo en el comercio mundial y, sin duda, Chile no sería ajeno a ese fenómeno". En ese marco, sostuvo que se "monitoreando el desarrollo de este tema, y los posibles efectos directos o indirectos que podría tener sobre nuestras exportaciones".