Italia debe pactar un rescate con la Unión Europea si quiere recibir ayuda del Banco Central Europeo (BCE) para reducir sus costos de préstamo en los mercados financieros, dijo este jueves el presidente de la institución, Mario Draghi.
La Comisión Europea rechazó esta semana el proyecto de presupuesto de Italia para 2019, asegurando que rompe las reglas de gasto público de la UE, y pidió a Roma que envíe uno nuevo en tres semanas si no quiere afrontar una acción disciplinaria.
Draghi, que es italiano, reafirmó su "confianza" en que Roma llegue a un acuerdo con la Comisión y ponga fin a un pulso que ha provocado la huida de los inversores de los bonos italianos.
No obstante, agregó que el BCE acudirá al rescate de Italia si el país acepta un programa de ajuste dentro del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), nombre con el que se conoce a la concesión de un rescate con estrictas reglas.
Esto allanaría el camino para que el BCE compre bonos italianos en el mercado a través de las denominadas Operaciones Monetarias de Compraventa (OMC), una herramienta anunciada en el peor momento de la crisis de deuda de 2012 y que no ha sido usada aún.
"Lo que tiene disponible el BCE para un país específico son las OMC", afirmó Draghi en una conferencia de prensa tras una reunión del Consejo de Gobierno, que fija la política de la institución.
"Y las OMC están sujetas a la existencia de un programa con el MEDE, que también debe ser evaluado por el Consejo de Gobierno para evitar que la aprobación de las OMC no prejuzgue la política monetaria del conjunto de la zona euro", agregó.
El rendimiento de los bonos italianos tocó un máximo en cuatro años y medio la semana pasada, por la preocupación de los inversionistas por los efectos dañinos que pueda generar el pulso entre Roma y la Comisión.