En total son $ 527 millones distribuidos en nueve acreedores. Esas son las deudas que acumula la cadena de Gimnasios Pacific Fitness acreditadas en el proceso de liquidación que se lleva adelante en el 23° Juzgado Civil de Santiago, y que ya se ha traducido en la incautación de una decena de sucursales. La compañía -ahora en manos de la sucesión de su fundador Fritz Bartsch- decidió avanzar en la resolución de tales problemas financieros.
El pasado 2 de agosto, los nuevos controladores de la cadena -vía el liquidador Tomás Lacámara- presentaron un Acuerdo de Reorganización Judicial.
Partieron reconociendo que la firma atraviesa un crítico estado patrimonial. “No cuenta con bienes suficientes para hacer frente a las obligaciones del presente procedimiento de liquidación”, subrayaron. Dado ello, ofrecieron dividir el pago de lo adeudado en dos cuotas, eliminando, eso sí, intereses, reajustes y otros cargos adicionales de cada deuda en particular.
De esta manera, una vez aprobado el acuerdo y publicado en el Boletín Concursal, se saldará el pago del 50% del total de los pasivos en una cuota, es decir, $ 273 millones distribuidos entre los acreedores; la segunda parte se cancelará el último día hábil a contar del mes siguiente a la fecha en la cual se realice la publicación correspondiente.
El tribunal citó para el próximo 8 de septiembre a la junta de acreedores para que se pronuncie respecto al plan propuesto.
En el intertanto, los representantes de la cadena pidieron suspender las incautaciones de locales que se están suscitando en 13 ciudades del país. Hoy, el principal acreedor es la Municipalidad de Santiago, con $ 166 millones; seguida por la Inmobiliaria General Velásquez, con $ 124 millones, e Inversiones La Portada, con $ 68 millones. La cadena adeuda, además, $ 50 millones a la Tesorería de la República.