Hasta La Moneda y posteriormente a Teatinos 120 llegó ayer el ministro de Finanzas y Hacienda de Argentina, Nicolás Dujovne, para reunirse con el Presidente Sebastián Piñera y el jefe de las finanzas públicas chilenas, Felipe Larraín, ocasión en la que abordaron temas como la integración comercial de ambos países, y el apoyo de Chile al ingreso del vecino país a la Ocde, entre otros.
En una semana clave para la economía argentina, tras la cita con Larraín el secretario de Estado transandino se refirió a la situación de la economía, luego de que esta semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobara el respaldo financiero por US$50.000 millones. Dujovne indicó que "decidimos preventivamente tomar financiamiento del Fondo para que apoye nuestro programa pero junto con eso acelerar el programa de convergencia al equilibrio fiscal, el cual en vez de llegar al equilibrio primario de nuestras cuentas públicas en el 2021, lo haremos en el 2020". Añadió que "fuera de eso continuamos con nuestro esquema, tipo de cambio flotante, con nuestra reforma tributaria y nuestros compromisos fiscales. Nuestro programa está inalterado, solamente hemos buscado apoyo financiero para despejar la volatilidad en la transición hacia el equilibrio fiscal", aseguró.
Por último, agradeció el respaldo de la comunidad internacional ante la crisis cambiaria que afectó fuertemente a la economía de su país, reafirmando que tras esto "Argentina ha dado vuelta la página de estos dos meses de turbulencias financieras que hemos tenido".
Dujovne también destacó la la regla de balance estructural chilena, la cual miran como un buen ejemplo, dijo, que "podríamos considerar en el futuro una vez que alcancemos el superávit fiscal, cosa que va a ocurrir dentro de los próximos años", indicó. "Es una buena manera de convertir a la política fiscal en menos procíclica y generar un método de ahorrar en las épocas buenas y poder hacer política fiscal contracíclica en las malas", agregó.
Por su parte, el ministro Felipe Larraín destacó, además, que abordaron la experiencia de Argentina con la gravación de impuestos a los servicios digitales y tensiones como el proteccionismo.