Un duro golpe recibió la provincia del Huasco, Región de Atacama,luego que Agrícola Campillay anunció que paralizará sus funciones a contar de este sábado 1 de junio. La medida generará unos 600 despidos.

"Esta paralización afecta alrededor de 600 personas promedio mensual y alrededor de 1400 personas en temporada peak en las distintas actividades que desarrolla la empresa durante todo el año", indicó la empresa en un comunicado, según consigna diario Chañarcillo.

La empresa debió adoptar esta medida debido a la compleja situación que vive la exportación de uva de mesa en el sector, y también por el duro golpe que significaron los aluviones de los años 2015 y 2017 para la producción de la compañía.

"Los golpes sufridos por los eventos climáticos el año 2015 y 2017 (aluviones), gatillaron pérdidas económicas significativas del punto de vista productivo y de superficie plantada, que finalmente generaron las condiciones actuales y la imposibilidad de continuar", agregó la agrícola.

Además se dirigieron a los trabajadores afectados por la paralización de las faenas, y lamentaron que se pierda una fuente laboral para cientos de familias de la zona, y afirmaron que hicieron todos los esfuerzos posibles para evitar este desenlace.

Cabe destacar que la Región de Atacama, es la tercera con mayor desocupación a nivel nacional, según consignó la última encuesta de desempleo del INE.

Otros cierres de empresas

En marzo de este año, calzados Guante cerró su planta en San Miguel y despidió a cerca de 300 trabajadores, para enfocarse en importaciones. La empresa indicó en su minuto que tomaron la decisión debido a dificultades para fabricar en nuestro país.

A esto se suma, el cierre definitivo de Pastas Suazo en agosto del año pasado, lo que puso fin a una empresa con 80 años de trayectoria.

Y no es todo, porque Iansa confirmó el cierre de su planta en Linares en julio de 2018, lo que afectó a 350 trabajadores de forma directa, y Maersk despidió a unos 1.200 empleados tras cierre de planta en San Antonio.