Números que ratifican el boom que vive el e-commerce en la región, y especialmente en Chile, son los que dio a conocer un estudio elaborado por la auditora Mazars, en conjunto con la E-Commerce Foundation.
Según el documento, al que tuvo acceso PULSO, en 2018 el comercio electrónico en Latinoamérica alcanzará en total US$71.200 millones en venta, lo que representa un crecimiento de 15%.
Para Chile las cifras son igual de auspiciosas, con más de US$5.000 millones para el mismo lapso y convirtiendo al país en el de mayores transacciones online per cápita de Latinoamérica.
Así lo indicó Juan Pablo Hess, socio líder de consultoría y outsourcing de Mazars Chile, quien añade que con el aumento constante del acceso a Internet en la región "sin duda se proyecta que una gran cantidad de consumidores, de todas las edades y grupos socioeconómicos, ingresarán al mundo de e-commerce.
A esto se suma un incremento de los ingresos de las personas y la irrupción de una nueva generación que usa más las redes sociales y que valora más su tiempo libre ", agregó.
Hoy, en países como Argentina, Brasil y Chile más del 35% de los productos y servicios son comprados por internet cifra que podría superar fácilmente el 50% en cinco años, "en la medida que los comercios tradicionales se vayan sumando a la tendencia", sostuvo Hess.
Desafíos. Así como hay buenos resultados, también hay tres temas de preocupación: expandir los alcances de las transacciones electrónicas (que más personas usen este tipo de plataformas para sus compras); gestionar el negocio en un contexto regional diverso (tanto en lo regulatorio como en el perfil de los consumidores); y aumentar la confianza en el sistema.
A su vez, Chile también deberá avanzar en materias como la disponibilidad de la red 5G y mejorar la infraestructura de distribución. Sobre el 5G, Hess comentó que el desarrollo de esta industria "permitirá, por ejemplo, un mayor uso de los teléfonos celulares para hacer compras en el comercio o el desarrollo de nuevas aplicaciones que mejoren la experiencia de compra de los usuarios".
En cuanto a infraestructura, Hess planteó que "la rapidez que tienen los usuarios en su experiencia de compra por Internet se debe reflejar en el proceso de despacho del producto".