A pesar del pesimista escenario que enfrenta el sector inmobiliario y de la construcción, la compañía Echeverría Izquierdo reportó ante la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) un alza en sus utilidades al cierre del 2023. En concreto, las ganancias llegaron hasta los $17.758 millones (US$20 millones), un alza de 56,4% versus los $11.351 (US$12,9 millones) del 2022.


Lo último en Pulso

Los ingresos de la compañía, si bien observaron un alza menor, también tuvieron un aumento, equivalente a 4,8%, desde los $542.911 millones (US$618 millones) en los 12 meses del 2022, ascendiendo hasta los $568.792 millones (US$648 millones) en 2023. El Ebitda, en tanto, subió un 37,15% pasando de los $34.726 millones (US$39 millones), hasta los $47.626 millones (US$54 millones) al 31 de diciembre de 2023.

Echeverría Izquierdo, explicó que el aumento en estos indicadores se debió principalmente al ítem “Construcción y Servicios para la Minería” que tuvo ventas por $ 318.757 millones (US$363 millones) en 2023, un 39,9% mayor que 2022. Asimismo, los resultados fueron empujados por el segmento de “Soluciones Habitacionales para Segmentos Medios” cuyos ingresos crecieron 25,2%, totalizando $54.440 millones (US$62 millones) en igual lapso.

El gerente general del holding, Pablo Ivelic, expresó que “el crecimiento en ventas en estos dos segmentos ratifica la posición de liderazgo de Echeverría Izquierdo en ambos negocios, y es el resultado de una planificación estratégica y comercial que venimos implementando desde hace un par de años”, afirmó a través de un comunicado.

Además destacaron que “Soluciones Habitacionales para Segmentos Medios” cuenta con “una venta potencial total en torno a UF 10 millones. Además, participa en la ejecución de tres proyectos de renta residencial (multifamily), totalizando una venta potencial de UF 1.750.000 en este modelo de negocio”, sostuvo la compañía.

Respecto a sus proyecciones para el 2024, la compañía mencionó en su análisis razonado que estiman una caída de 0,4% en la inversión sectorial, “ya que a pesar de que la inversión en concesiones crece mucho menos de lo previsto anteriormente, se espera que las obras habitacionales no iniciadas y los proyectos de infraestructura de menor tamaño –en especial aquellos que no requieren tanta tramitología– se reactiven en el marco de menores tasas de interés de política monetaria y su potencial efecto en las tasas hipotecarias, la normalización del ingreso real de los hogares (por el descenso de la inflación), y la moderación de la incertidumbre –en línea con la disipación de los desequilibrios macroeconómicos acumulados en años anteriores-”, explicaron.