Economía cerró el 2022 con un crecimiento menor al anticipado en medio de desaceleración de la demanda

El Banco Central informó este lunes que el Producto Interno Bruto (PIB) cerró el 2022 con un crecimiento de 2,4% respecto al año anterior. La cifra fue menor a la expansión de 2,7% que había sido anticipada a inicios de febrero con los datos preliminares del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) y cuyo desempeño hoy fue corregido la baja, quedando también en un aumento de 2,4%.

“Una parte importante de la diferencia se explicó por la revisión de siete décimas a la baja registrada en el cuarto trimestre”, explicó el instituto emisor.

En efecto según los últimos datos la economía cayó 2,3% el cuarto trimestre, versus el retroceso de 1,6% reportado con anterioridad y cuya revisión se concentró en el sector servicios, particularmente en la actividad de transporte. “En esta última, se incorporó información de comisiones financieras que se pagaron a no residentes, en el contexto de la salida del proceso de reorganización financiera de una empresa del rubro, que se había acogido al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos en el año 2020″, dijo el Banco Central.

Dicha importación de servicios financieros se asignó como gasto operacional de la actividad transporte, disminuyendo su valor agregado en el PIB. Como resultado, los servicios explicaron las totalidad de las siete décimas de la revisión del crecimiento anual de la actividad económica para el cuarto trimestre.

En mayo de 2020 Latam Airlines se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos para hacer frente al fuerte impacto en sus operaciones que le generó la pandemia, proceso del que salió en noviembre del año pasado.

Tras conocerse las cifras el ministro de Hacienda, Mario Marcel, sostuvo que el efecto de la salida de Latam del Capítulo 11 fue una situación puntual que no se volverá a repetir.

Respecto al desempeño del PIB en el 2022, el Banco Central señaló que en el año destacó el crecimiento de la demanda interna en el primer semestre, impulsada por el consumo, y su posterior desaceleración en el segundo semestre.

La demanda interna pasó de registrar aumentos de 12,4% y 8,4% el primer y segundo trimestre, a anotar descensos de 1,8% y 7,6% en el tercero y el cuarto, para cerrar el año con un incremento de 2,3%.

Desde la perspectiva del origen, el resultado fue liderado por los servicios, en particular los personales, empresariales y de transporte.

En contraste, la producción de bienes exhibió una caída, siendo la minería y la industria manufacturera las de mayor incidencia en este resultado. En tanto, la actividad comercial también se redujo, consistente con la caída en el consumo de bienes.

En términos desestacionalizados, el PIB aumentó marginalmente en el último trimestre respecto al período anterior, incremento liderado por una aceleración en las actividades de minería y comercio, efecto compensado casi en su totalidad por una reducción en transporte.

En el desglose por trimestres la evolución del PIB fue de incrementos de 7,5%, 5,2% y 0,2% en el primero, segundo y tercero, respectivamente y una contracción de 2,3% en el cuarto.

Sin embargo, pese a la desaceleración mostrada por el PIB el año pasado la cifras del comienzo del 2023 han dado una positiva sorpresa.

A inicios de marzo, el Banco Central dio a conocer que el Imacec registró un inesperado aumento de 0,4% en enero frente a igual mes de 2022 con lo que rompió una racha de cuatro meses consecutivos de retrocesos e igualó el aumento de 0,4% de agosto de 2022, cifra que llevó a los analistas a mejorar sus perspectivas para el año.

La demanda interna, al igual que el PIB, registró una evolución decreciente durante el 2022, acumulando para el periodo un crecimiento de 2,3%.

El consumo privado fue su principal impulsor, seguido por la formación bruta de capital fijo (FBCF) y el consumo de gobierno.

El aumento del consumo de los hogares (2,9%) respondió a un mayor gasto en servicios, en línea con el levantamiento de las restricciones sanitarias. En cambio, el consumo en bienes durables y no durables se redujo, en respuesta a la normalización de la liquidez de los hogares respecto al año anterior.

La inversión registró una disminución de 0,3%, resultado que se explicó por una menor acumulación de existencias, la que alcanzó un ratio de 0,6% del PIB, a precios del año anterior.

Por su parte, La FBCF creció 2,8%, impulsada tanto por el componente de construcción y otras obras, como por el de maquinaria y equipo.

En relación con el comercio exterior, tanto las exportaciones como importaciones de bienes y servicios aumentaron, con expansiones de 1,4 y 0,9%, respectivamente.

En ambos casos, el resultado fue impulsado por el desempeño en los servicios, mientras que el intercambio comercial de bienes se redujo. Acorde a cifras con ajuste estacional, la demanda interna exhibió una desaceleración durante todo el año 2022. En el último trimestre, destacaron por su incidencia la variación de existencias y el consumo de bienes no durables.

De acuerdo con la política de publicación establecida, se revisaron las cifras de cuentas nacionales correspondientes a los años 2020, 2021 y 2022.

Respecto a lo publicado previamente, en el año 2020 la contracción del PIB se revisó dos décimas a la baja registrando una caída de 6,1% y para el año 2021 el PIB se revisó una décima al alza, anotando un crecimiento de 11,7%.

Además el Banco Central informó que el 2022, la cuenta corriente registró un déficit de US$27.102 millones, equivalente a 9% del Producto Interno Bruto (PIB).

El resultado se explicó por las rentas de la inversión extranjera en Chile y el déficit de la balanza comercial de servicios; en tanto, la balanza comercial de bienes resultó positiva.