El presidente Xi Jinping ha inaugurado un encuentro en Pekín esta semana para planificar la próxima fase de desarrollo económico, pocos días antes de que una de las elecciones estadounidenses más reñidas de la historia designe a un presidente se resiste al ascenso de China, independientemente de quién sea el ganador.

Se espera que el decimocuarto plan quinquenal del país asiático se centre en la innovación tecnológica, la autosuficiencia económica y un medio ambiente más limpio. Los miembros del Partido Comunista también fijarán metas para los próximos 15 años a medida que Xi intenta cumplir con su promesa de rejuvenecimiento nacional al hacerse con el liderazgo mundial en tecnología y otras industrias estratégicas. La reunión está cerrada a la prensa y es probable que las decisiones clave no trasciendan antes del fin del encuentro el jueves.

Si la economía de China, que ya se está recuperando rápidamente del choque por el coronavirus, logra mantener la trayectoria de crecimiento de los últimos años, superará a EE.UU. dentro del próximo decenio. La perspectiva de fricciones cada vez más profundas con EE.UU. respalda la estrategia de Xi de acelerar los planes para proteger a China de cambios bruscos en la economía mundial.

“Refleja la reevaluación realista de China del clima global actual”, dijo Fred Hu, fundador de Primavera Capital Ltd., un fondo de capital privado con sede en Pekín. “La autosuficiencia se centra en el desarrollo de ciertas capacidades nacionales a través de inversiones en I+D e innovación, una respuesta necesaria y prudente a las incertidumbres externas”.

“Sin embargo, no significa que China repudie su política de ‘puertas abiertas’ y vaya a mirar hacia dentro otra vez”, dijo Hu, quien anteriormente trabajó para el Fondo Monetario Internacional y dirigió Goldman Sachs Group Inc. en China.

Xi y otros funcionarios han insistido recientemente en que la economía china abrirá sus puertas al capital extranjero y la competencia aún más, lo que refleja el temor a cómo el mundo percibirá los próximos planes. En un discurso en Shenzhen este mes, Xi prometió impulsar la innovación tecnológica, pero suavizó ese mensaje al dejar claro que quiere un “nuevo sistema económico abierto”.

Ese deseo de evitar que los nuevos planes se conviertan en un nuevo pararrayos en el deterioro de las relaciones de la nación con EE.UU. y otros rivales comerciales podría haber suavizado el lenguaje. Una estrategia anterior denominada “Hecho en China 2025” quedó de lado tras indignar a miembros de la Administración Trump y generar inquietud en Europa y otras economías que podrían salir perdiendo ante una mayor competencia.

Lo que dicen los economistas de Bloomberg ...

“Un énfasis en animar la circulación interna no es una señal de que China esté cerrando sus puertas al mundo. Esperamos que el plan anime el comercio bilateral y apuntale el comercio de servicios”. --Chang Shu y David Qu.