Economía Circular: Cómo el sector privado busca alcanzar la sostenibilidad empresarial en el país

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En un nuevo programa de Hub Sustentabilidad, Bárbara Pezoa conversó con Ximena Ruz, directora ejecutiva de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Chile, sobre los avances de las empresas hacia una economía más circular, destacándose el Acuerdo de Producción Limpia (APL), el cual busca medir y fomentar la circularidad en los procesos productivos.


En el marco de la entrega de Certificación del Acuerdo de Producción Limpia (APL) de transición hacia la economía circular, realizado la mañana del miércoles 19 de marzo, en radio Duna Bárbara Pezoa conversó con Ximena Ruz, directora ejecutiva de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Chile. Esta certificación, entregada a 44 establecimientos de diversas industrias a nivel nacional, marca un hito en el proceso de transformación hacia una producción más responsable y eficiente.

Según Ruz, el Acuerdo de Producción Limpia (APL) es una herramienta estratégica que busca medir, gestionar y fomentar la circularidad en los procesos productivos. Este APL ”nace con la idea de que no cualquier empresa puede medirse por sí sola si está haciendo circular o está aportando a la economía circular del país”, explicó Ruz.

La transición hacia la economía circular, según la directora ejecutiva, no es un proceso sencillo. De hecho, describió a las primeras empresas que se unieron como conejillos de indias, y destacó el esfuerzo de establecer herramientas que fueran aplicables a sectores muy diversos. “Lo que buscábamos era tener una forma de medir la circularidad de las empresas. Medir que lo estaban haciendo bien y que este flujo de materiales quedaba en el proceso productivo y no se nos resultaba como residuo”, explicó.

El APL, como iniciativa de colaboración público-privada, se apoya en cuatro pilares fundamentales: el compromiso de la gerencia, capacitación, medición de la circularidad y establecimiento de planes de acción. “Si no están los gerentes comprometidos, esto no funciona. Además, teníamos que establecer herramientas de medición que fueran aplicables a todos los sectores, porque había que abordar temáticas muy distintas”, comentó Ruz.

Uno de los principales logros de esta certificación es que, en términos de reducción de recursos y generación de residuos, las empresas certificadas han tenido resultados positivos. En la conversación, Ruz declara que las empresas han logrado una reducción significativa en el consumo de agua, energía, y en los residuos dispuestos a disposición final, así como también han sido exitosas en la recuperación y valorización de materiales.

A medida que se evalúan los impactos, Ruz subrayó que este proceso no culmina con la certificación. “El acuerdo tiene una duración de dos años más, y en este tiempo seguiremos reportando impactos positivos. Las empresas tienen que continuar reportando y mejorando sus prácticas”, indicó.

Aportes a las pymes y el rol de las grandes empresas

Para Ruz, una aspecto clave fue la inclusión de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en este proceso de transición. Según la directora ejecutiva, las grandes empresas cumplen un rol fundamental en apoyar a las más pequeñas. “Cuando firmamos acuerdos con grandes empresas, involucramos a toda la cadena, a sus proveedores y clientes, que generalmente son más pequeños. Les pedimos que los apoyen para que logren la certificación porque, si ellos están bien, también su huella de carbono va a estar bien”, expresó.

En este sentido, las pymes son fundamentales para el proceso. “Nosotros entregamos recursos para ayudar a las pequeñas y medianas empresas, principalmente”. Estos recursos, comenta Ruz, les permiten gestionar mejor sus procesos y realizar inversiones tecnológicas, como la instalación de energías renovables o la reducción de consumo energético. De hecho, en el marco de este APL, las inversiones realizadas superaron los 12.000 millones de pesos, con un retorno de más de 1.400 millones.

Chile y su liderazgo con la sostenibilidad global

Chile se ha posicionado como un líder en sostenibilidad en América Latina, principalmente en términos de energía renovable y políticas públicas orientadas al cambio climático. La Ley Marco de Cambio Climático, según Ruz, es un ejemplo de cómo el país ha integrado la sostenibilidad en su gobernanza. “Chile tiene una ley marco de cambio climático que no solo obliga a generar instrumentos con compromisos internacionales, sino que también entrega compromisos a través de los ministerios”.

Además, Ruz destacó cómo las empresas exportadoras también están motivadas a mejorar sus estándares sostenibles, debido a las exigencias internacionales de los países a los que exportan. Las empresas exportadoras están muy preocupadas por cumplir ciertos estándares. No solo se trata de cumplir con la normativa, sino de ir más allá para satisfacer las demandas de los mercados internacionales.

Importancia en la colaboración público-privada

El compromiso del sector público y privado en la transición hacia una economía circular y sostenible es clave para el futuro del país. Tal como explicó Ruz, en la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático son conscientes que la colaboración entre el sector privado y público es fundamental para lograr los objetivos de sostenibilidad, mejorando los procesos productivos y alcanzar un desarrollo que sea sostenible y rentable a largo plazo. “Este acuerdo tiene que ser público-privado, tienen que estar los actores que realmente les interesan las materias que estamos avanzando, y con ellos trabajamos y enriquecemos la calidad de los acuerdos logrados”, concluyó.

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