La economía brasileña creció menos de lo esperado en el tercer trimestre, a pesar de un multimillonario paquete de estímulo fiscal que amplió la ayuda social a los pobres y redujo los impuestos.

Datos oficiales publicados este jueves mostraron que el Producto Interno Bruto(PIB) se expandió un 0,4% en el período julio-septiembre con respecto al trimestre anterior, por debajo de la mediana de las estimaciones de los analistas encuestados por Bloomberg de un crecimiento del 0,6%. En términos interanuales, la economía se expandió un 3,6%.

La mayor economía de América Latina creció en el tercer trimestre, cuando el paquete de ayuda del presidente Jair Bolsonaro, implementado para aumentar sus probabilidades de reelección, surtió pleno efecto.

Si bien los principales motores, como el consumo y los servicios, aumentaron, los analistas advierten que el impulso podría disiparse a medida que los efectos de la reapertura se desvanecen y los beneficios temporales, como las exenciones fiscales a los servicios públicos, comienzan a expirar.

Inflación y tasas de interés

El banco central elevó su tasa de interés en 11,75 puntos porcentuales en el transcurso de un año y medio para luchar contra la inflación, que actualmente es del 6,47% anual.

Los responsables de la política monetaria interrumpieron los aumentos de tasas en septiembre, aunque muchos economistas afirman que aún no se han materializado todos los efectos del ajuste monetario en la actividad.

La preocupación por un posible aumento del gasto bajo el mandato del presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, ha llevado a muchos inversionistas a apostar a que la inflación tardará en alcanzar el objetivo, lo que haría que los responsables de la política monetaria retrasen los recortes de tasas que ayudarían al crecimiento.

El gobierno entrante, que se comprometió a extender las populares ayudas mensuales de 600 reales (US$115), está deliberando con el Congreso sobre una propuesta para excluir miles de millones de dólares en gastos de un límite al gasto público.