La economía estadounidense incumplió las estimaciones de crecimiento de 3% fijadas por el gobierno del presidente Donald Trump, al expandirse en 2019 a su ritmo anualizado más lento en tres años, como resultado de tensiones comerciales que deterioraron los volúmenes de inversión de las empresas.

La economía creció un 2,3% el año pasado, tras anotar un alza de 2,1% en el cuarto trimestre, según informó ayer el Departamento del Comercio, lo que le sigue a un alza de 2,9% vista en 2018. La meta de crecimiento de 3% de la Casa Blanca ha sido esquiva, a pesar del recorte de impuestos de US$1,5 billones, impulsado por el gobierno y legisladores republicanos, una iniciativa que según Trump ayudaría a sostener una expansión de la actividad que se había ubicado persistentemente por debajo de los objetivos.

Los datos sugieren también que los tres recortes de tasas de interés que aplicó la Reserva Federal en 2019 ayudaron a mantener la expansión más prolongada en la historia del país, ahora en su undécimo año, y a evitar un enfriamiento de la actividad.

El miércoles, la Fed decidió dejar sin cambios sus tasas de interés. El presidente de la entidad, Jerome Powell, dijo a periodistas que el organismo esperaba que el "crecimiento económico moderado continúe", pero también mencionó riesgos, como el reciente brote de coronavirus en China.

La guerra comercial de 18 meses con China avivó temores el año pasado a una recesión en Estados Unidos. Aunque el panorama ha mejorado este mes con la firma del pacto comercial de fase 1 con Beijing, los economistas no esperan un impulso a la economía mientras sigan en vigencia los aranceles estadounidenses sobre importaciones de productos chinos por US$ 360.000 millones, alrededor de dos tercios del total.

El crecimiento de 2,1% en el cuarto trimestre fue igual al del periodo julio-septiembre, ya que los menores costos de endeudamiento alentaron las compras de vehículos motorizados, casas y otros ítems de alto costo. El crecimiento también fue ayudado por el gasto fiscal que compensó en parte por el rezago generado por acumulación de inventarios.

En otro reporte divulgado ayer, el Departamento del Trabajo informó que la semana pasada hubo una disminución de 7.000, hasta 216.000, en el número de nuevas solicitudes de subsidios por desempleo, lo que apunta a una fortaleza sostenida en el mercado laboral.