El crecimiento económico de Estados Unidos se desaceleró menos de lo previsto en el tercer trimestre, ya que el declive de la inversión de las empresas fue compensado por sólidos datos de gastos de los consumidores y un repunte de las exportaciones que podrían disipar el temor de los mercados a una recesión.
Sin embargo, es poco probable que el reporte del Departamento del Comercio desanime a la Reserva Federal de su intención -casi por descontada por los mercados- de recortar las tasas de interés por tercera vez este año.
El Producto Interno Bruto (PIB) creció a una tasa anualizada de 1,9% en el tercer trimestre, superando las expectativas de los economista que esperaban un aumento de 1,6% para el periodo.
El mejor resultado se debió además a que las empresas presentaron un ritmo estable en la acumulación de inventarios y el mercado inmobiliario se recuperó luego de seis trimestres consecutivos de contracción, dijo el gobierno en su primera estimación sobre la actividad del periodo julio-septiembre.