Derek Scissors, estadounidense experto en comercio e inversiones en China, plantea que las barreras a US$50.000 millones de importaciones no son determinantes, considerando la escala de las dos mayores economías del mundo. Sin embargo, al economista jefe del China Beige Book, consultora que proporciona datos independientes del gigante asiático, sí le preocupa el pobre resultado del diálogo entre ambas naciones.

¿Podría escalar la guerra comercial y que Trump cumpla su amenaza?

-Es una incógnita, porque desconocemos la razón de por qué las conversaciones en EEUU y China no están dando resultados. Si eso sigue así y continúa escalando, con EEUU tratando de disminuir el déficit y China impidiendo eso, podría avanzarse a un conflicto comercial mayor, pero no creo que eso ocurra. Hasta ahora, China está actuando como si sus relaciones con EEUU fueran malas, pero desde la perspectiva estadounidense esto no es así. Para Trump el déficit se tiene que equilibrar, por lo tanto cuando China tomas las mismas acciones que toma EEUU él lo considera inaceptable.

¿La rivalidad entre ambos pesa más que el bienestar de la economía global?

-En esta guerra comercial a ninguno le importa el efecto en la economía global. A EEUU no le preocupa y a China nunca le ha preocupado. China ha sido un mal socio comercial por años y ahora EEUU se está volviendo más proteccionista.

¿Cómo impacta a la economía de Estads Unidos?

-El PIB de EEUU son US$19 billones (millón de millones), por lo tanto cuando subes el precio a US$50.000 millones de importaciones, no importa para nada. Todo el mundo habla del efecto que eso pueda tener en los consumidores, pero lo cierto es que tienen un poder de compra extremadamente alto.

¿Cómo se percibe el conflicto en China?

-Hay preocupación, pero no se concentran en el impacto que pueda tener en los consumidores, sino en las empresas, más particularmente el sector exportador. Otros países no podrán absorber las exportaciones que realiza China a EEUU.