Economista jefe de BCI: “Se ha elevado de manera importante la probabilidad de una recesión global”
Sergio Lehmann anticipa, para Chile, un crecimiento bajo 1% para este año. En cuanto a la tasa de interés, recomienda al BC esperar hasta mayo para tomar una decisión con más información. Ve espacio para un recorte de 50 puntos base.
El economista jefe de Bci, Sergio Lehmann, sostiene que el escenario macro mundial se agudizó, principalmente por la propagación que ha tenido el coronavirus en Italia. Para él , esa es la principal razón detrás de los movimientos de los mercados.
¿A qué responde esta baja generalizada que están teniendo los mercados?
-La fuerte baja en los mercados responde fundamentalmente a la preocupación que han generado las disrupciones económicas producto del coronavirus. El impacto ha sido mayor a lo previsto, con consecuencias en la producción de empresas y la provisión de algunos servicios, recogiendo las medidas de contención que se han aplicado. Ello ha llevado a que se eleve de manera importante la probabilidad de una recesión global. A este escenario, se suma el desplome en el precio del petróleo, ante el quiebre en la OPEP y su relación con Rusia. Si bien esto no es negativo para la actividad, incluso favorecería a algunos países hacia el mediano plazo, golpea con especial fuerza a algunos países y a las empresas petroleras, complejizando el escenario que se ha configurado.
¿Cómo se explica el alza del dólar?
-El alza en el precio del dólar responde a la mirada más negativa que se tiene respecto a la actividad mundial. Nuestra economía, pequeña y abierta, se ve especialmente golpeada frente a este escenario más complejo. La trayectoria del dólar dependerá de cómo evoluciona el escenario, entendiendo que la incertidumbre es alta. Aunque existe una capacidad de acción más limitada desde el punto de vista de la política económica en relación a otras coyunturas complejas del pasado, veremos alguna acción desde el punto de vista monetario y fiscal. Ello permitirá moderar los impactos que hoy estamos viendo. Por tanto, hacia el mediano plazo, el tipo de cambio tendería a ceder.
Lo sucedido ayer, ¿es más producto del factor petróleo o propagación del coronavirus por Italia?
-Lo veo más asociado al coronavirus y las disrupciones económicas que genera. Por cierto, se ha sumado el factor petróleo que enreda aún más el panorama, sirviendo como un ingrediente adicional para gatillar el sell-off que se ha registrado.
El ministro de Hacienda llamó a no sobrereaccionar y dijo que Chile está preparado para este tipo de eventos. ¿Comparte ese juicio?
-La economía chilena se caracteriza por pilares económicos sólidos, aunque la crisis social nos ha debilitado de forma importante. Chile tiene herramientas para hacer frente a shocks de esta naturaleza, pero sin duda veremos impactos relevantes. Somos una economía expuesta a los desarrollos externos, aunque ciertamente no debemos sobrerreaccionar.
En cuanto a la política monetaria, ¿el BC debería reaccionar pronto o esperar la reunión de fin de mes?
-Dado el fuerte incremento que ha experimentado el tipo de cambio, con efectos negativos en la actividad de corto plazo, me parece prudente esperar hasta la reunión de mayo. En ese entonces, previendo que el shock estaría mejor contenido, con mercados menos volátiles, junto con un tipo de cambio algo más bajo, habría espacio para introducir un mayor estímulo monetario, con un recorte de 50 puntos base en la tasa de política.
¿Qué pesa más en la inflación, el alza del dólar o la baja del petróleo?
-La baja en el precio del petróleo es muy potente, y al menos una buena parte de ella se quedaría de forma permanente. Se debe considerar, al mismo tiempo, que una fracción relevante del incremento en el tipo de cambio ya se ha traspasado a precios. Ambos impactos tienden a compensarse, aunque habría un ligero predominio del primero. Ello se refuerza si, tal como ocurrió en 2014, se implementan ajustes en los parámetros del modelo de determinación de precios domésticos de gasolina, Mepco, que gradualiza los cambios, acelerando la caída, bajo la mirada de que se trata de un cambio estructural en el mercado internacional del petróleo. Se debe contemplar, además, que la actividad será más débil de lo que se anticipaba, lo que conlleva presiones a la baja en la inflación, pero que se advertirían más nítidamente hacia la segunda parte del año.
¿Este nuevo escenario podría llevar a que la economía crezca menos de 1% en 2020, e incluso a que se contraiga la actividad?
-Efectivamente, estamos previendo que la economía chilena, dado el nuevo escenario, crecerá algo bajo 1% en 2020. Aún estamos calibrando los impactos, pero todo indica que, a pesar de que el primer trimestre habría sido algo más dinámico de lo que se anticipaba, los próximos trimestres serán muy débiles.
¿La caída del precio del cobre tiene impacto en las cuentas fiscales, o es muy pronto para hacer ese cálculo?
-Todo apunta a que habrá un impacto, dado el escenario externo que se ha configurado. Sin embargo, la caída en el precio del cobre no ha sido tan dramática, al tiempo que se recogería un repunte hacia la segunda parte del año. Esto, por cuanto es altamente probable que China introduzca fuertes estímulos, crediticio y fiscal, de forma de recuperar dinamismo. Más importante en las cuentas fiscales sería la revisión a la baja que habría en la actividad económica, dado el shock que enfrentamos, lo que redunda en una menor recaudación tributaria.
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