Para el economista jefe de Santander, Claudio Soto, es simple: el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre aterriza sus parámetros estructurales a la visión del mercado, apuntando a un reconocimiento en la magnitud de los efectos que tiene la guerra comercial en economías emergentes como la chilena.
En esta línea, Soto sugiere que el análisis contenido en el documento del Banco Central (BC) avizora para 2020 un contexto internacional aún más complejo, marcado por la no resolución del conflicto entre EE.UU. y China.
¿Qué escenario configura el Banco Central en este IPoM. Hay sorpresa o era lo que se esperaba por el mercado?
-Hay dos elementos. El Banco Central se pone a tono con lo que el mercado preveía que iba a ocurrir con el crecimiento. El rango al que recortó en este IPoM (2,25%-2,75%) más o menos, engloba las proyecciones que tiene el mercado (2,5%). Respecto al próximo año (2,75% a 3,75%), si bien la estimación está en línea con el consenso, el BC nos está diciendo que el escenario externo va a ser peor que este, ya que espera que el crecimiento de nuestros socios comerciales sea de 2,9%, sumado a menores precios del cobre. Este elemento, que no había estado bien recogido en los análisis, plantea la duda de si entonces la economía va a ser capaz de crecer en 2020 más que este año.
¿Con este escenario que delinea el instituto emisor se pone al día y deja de estar detrás de la curva?
-Esta vez el Banco Central cambió la forma de comunicar sus perspectivas de la política monetaria. Tradicionalmente decía que los supuestos de trabajo que ellos utilizaban suponían una trayectoria para la Tasa de Política Monetaria respecto a lo que veían en el mercado. Sin embargo ahora, no hace referencia a eso.
¿Cómo ve la trayectoria de la Tasa de Política Monetaria hacia el cierre del año y para el próximo?
-Nosotros estamos esperando un recorte adicional a fines de año. Yo quiero destacar que el crecimiento mundial del próximo año va a ser más bajo que el de este año y el mayor crecimiento de Chile respecto de este año que está proyectando el Central se basa casi únicamente en el impulso monetario. La pregunta es que si estos 100 puntos base que redujeron en lo que va del año, son suficientes para contrarrestar el menor impulso externo. Probablemente no lo son, por lo que es posible que sea necesario adicionar más estímulo. Nosotros estamos viendo 25 puntos base a fin de año y el mercado en este momento está asumiendo que hay otros 25 puntos base el próximo año.
¿Es suficiente el impulso por el lado de las política monetaria y fiscal?
-Aquí lo que hay que tener en cuenta es que la regla fiscal no da mucho espacio para inyectar un estímulo fiscal muy sustantivo. El gobierno se ha comprometido a reducir a 0,2% del PIB el déficit estructural, y si se cumple con ese objetivo, menos espacio para un impulso adicional habría. Mientras que la política monetaria todavía tiene bastante espacio, cada vez más acotado, pero tiene.
¿Cuándo se empezarían a materializar estos efectos?
-La rebaja de 100 puntos base que hemos visto hasta ahora va a tener un impacto hacia fines de año, pero con mayor claridad a comienzos del próximo. Tradicionalmente la política monetaria se piensa que tiene un rezago mayor en operar, pero los primeros indicios se pueden ver en el corto plazo.
¿Cómo perfila el próximo año?
-Yo creo que la incertidumbre global hoy día es bastante grande. Hay un escenario benigno que se ve cada vez menos plausible y que eventualmente pudiera darse, que implica algún tipo de entendimiento entre Estados Unidos y China, contexto que llevaría a que la economía global no se desacelere tanto el próximo año. En ese caso Chile podría estar creciendo en torno al 3,5% o incluso más en 2020. Sin embargo, el escenario del IPoM plantea una guerra comercial que puede seguir escalando.