El escenario más probable es que el proyecto que permite retirar el 10% de los fondos de pensiones termine siendo ley. Eso poco a poco ya está siendo internalizado por los distintos analistas. Las estimaciones de Ciedess apuntan a que se liberarán unos US$15 mil millones en los primeros 10 días lo que equivale 6% del PIB y otros US$2.919 millones (1,1% del PIB) en los siguientes 30 días. Pero los cálculos de la Superintendencia de Pensiones consideran hasta US$20 mil millones. Más allá de la cifra, lo cierto es que las personas tendrán más recursos disponibles para hacer frente a la crisis y con ello de alguna manera atenuar las caídas esperadas para el consumo (-4,2%) y del PIB (entre -5,5% y -7,5%) que el Banco Central proyecta para este año.

El primer análisis apunta a que la mayor parte de estos recursos se irán a gasto directo, ya sea para pagar deudas o bien a consumo. De acuerdo al cálculos del economista de Libertad y Desarrollo, Tomás Flores, serán retirados unos US$20 mil millones de los cuales un 33% podría ser destinado a reinversión o pago de deudas y el resto, 66%, en consumo de familias.

En ese sentido, dice que el 66%, equivalente a US$13.400 millones, será consumido en el tercer trimestre 2020, de lo cual probablemente cerca del 70% será gastado en bienes transables, lo que sube las importaciones, pero no el PIB de Chile. Por ello, afirma que “la porción que será destinada a bienes producidos en Chile, podría moderar la caída anual del PIB en cerca de 1%”.

Sergio Lehmann, economista jefe de Bci, comparte en que habrá en el corto plazo un impulso importante en el consumo. “Si bien se trata de una medida que debilita la institucionalidad y que afecta las pensiones futuras, tratándose de un monto de gran magnitud para el tamaño de nuestra economía, elevaría el gasto de las familias. Ello llevaría a contener en el corto plazo la caída en la actividad”, sostiene.

Mientras que Patricio Rojas, socio de Rojas y Asociados, subrayó que “el hecho de que se inyecte a la economía un monto importante a la economía, pese a que una parte vaya a deuda, tendrá impacto en activar comercio en especial el minorista”.

¿Y qué pasa en el largo plazo?

Para el largo plazo la visión de los economistas es negativa. Esto porque el retiro de los fondos generará incertidumbre y eso afectará el mercado bursátil y el mercado cambiario, por lo que las perspectivas de esta medida son negativas. A ello se suma que significará un mayor gasto fiscal, ya que se deberá reponer de alguna manera esta pérdida de recursos.

Rodrigo Aravena, economista jefe de Banco de Chile sostuvo que por el momento, podemos hacer un análisis muy acotado, ya que no es claro si existirán modificaciones al proyecto original. Lo que debemos tener presente, es que en cualquier caso puede existir un trade off, donde el aumento de consumo puede ser parcialmente compensado por otro componente como exportaciones o inversión. La pregunta clave para el crecimiento del año es el momento en el cual la economía podrá retomar sus actividades normales. Por ahora, es razonable pensar en una caída en torno 6% y un crecimiento que ojalá supere el 4% en 2021.

Pero Aravena va más allá en su visión, ya que pone el foco en el ajuste macro a futuro. “Esta medida, conlleva a una menor tasa de ahorro en el país. Menor ahorro tanto de las personas (que pueden tener menos fondos) como menor ahorro del gobierno, ya que la reposición de éstos es una fuente de déficit fiscal”. Sergio Godoy, economista y consultor independiente pone énfasis en 2021, enfocado principalmente por la inversión, ya que afectará el ambiente para las inversiones en Chile y por ende en el crecimiento.