El 1 de abril el Banco Central presentará su primer Informe de Política Monetaria (Ipom) del año, en un contexto en que no se han cumplido las proyecciones que presentó en diciembre. Aunque tanto economistas como senadores consideran que la volatilidad es muy alta para exigir mayor puntería.
En esa oportunidad, el consejo indicó que el PIB (Producto Interno Bruto) terminaría en 1% en 2019, mientras que el Imacec anual fue de 1,2%; y estimó que la inflación a diciembre cerraría en 3,4% y finalizó en 3%.
“La incertidumbre tiene harto que ver. Pero lo del Banco Central (BC) fue muy raro. Apenas quedaban dos meses sin saber del IPC de 2019 y proyectaron 3,4% de inflación y finalmente fue 3%, que era más menos lo que proyectaba el mercado”, manifestó Luis Felipe Alarcón, economista de EuroAmerica.
Mientras que Agustín García, de Banchile, instaló una nota de advertencia frente a las críticas: “Cuando la incertidumbre es elevada se torna muy desafiante estimar con exactitud la evolución de ciertas variables en el corto plazo. En este sentido, el mismo Central en su Ipom advirtió que las proyecciones se construyeron en un contexto de mayor incertidumbre que la habitual”.
Por el lado político, los integrantes de la Comisión de Hacienda, especialmente los del oficialismo sostuvieron que no se puede exigir sintonía tan fina en esta coyuntura. “Estamos en tiempos recios, donde es casi imposible prever lo que pasará la próxima quincena”, sostuvo el senador Juan Antonio Coloma (UDI). Lo que fue refrendado por su par, José García (RN): “Creo que en términos generales el Central es bastante asertivo con sus proyecciones, lo que no podemos perder de vista es que estas últimas proyecciones se han producido bajo escenarios muy inciertos y, por lo tanto, las posibilidades de equivocarse son altas”.
Un poco más cuestionadora fue la opinión del senador Jorge Pizarro (DC): “Evidentemente que el Banco Central en sus pronósticos se equivocó a la luz de las cifras, pero, en el diagnóstico de por qué pensaron que podía haber un IPC mayor, un desempleo mayor y una baja más grave del crecimiento, creo que no se equivocaron. Aunque puede que se hayan desfasado en el desempleo”.
Desempleo a dos dígitos
Quizás fue en este último pronóstico donde se ha evidenciado más el desfase del Central, no obstante, aún es temprano para ser tan tajantes. “La tasa de desempleo podría superar el 10% a inicios del 2020” señaló en su último Ipom.
No obstante, según el INE (Instituto Nacional de Estadísticas) en el último trimestre móvil noviembre-enero la tasa de desocupación fue de 7,4%; y el reporte de diciembre de 2019 de la encuesta de la Universidad de Chile fue de 8,8% para la Región Metropolitana, ambos resultados aún distantes del 10%.
“En el mercado del trabajo hay una importante absorción de los desvinculados del mercado formal en la actividad por cuenta propia, lo que modera el aumento del desempleo sin perjuicio de que se está generando un mercado del trabajo cada vez más precario” admitió el economista de Libertad y Desarrollo (LyD), Tomás Flores.
Varios analistas han manifestado sus dudas de que efectivamente el desempleo suba a dos dígitos. Explican que la forma en que el INE mide la desocupación impide reflejar una alta cesantía, ya que basta con que una persona haya trabajado una hora a la semana para ser empleado.
“Lo más probable es el desempleo suba. Ahora, si no llega al 10% va a ser porque va haber una gran cantidad de empleo que se va a ir por el lado cuenta propia, y más bien va a existir una movilidad desde la formalidad laboral a la informalidad. En este tema, es demasiado temprano para ver si se va a cumplir o no lo que anticipó el Central”, sostuvo el socio de Rojas y Asociados, Patricio Rojas.
Pero las proyecciones del BC no influyen sólo en las expectativas de los agentes sino que también en sus decisiones de política monetaria que han llevado a mantener la tasa de interés en 1,75%, la cual ha estado alineada con lo que esperan los agentes de la plaza. En ese contexto, Antonio Moncado, economista de Bci Estudios apoyó al BC:” Pudo haber algunas imprecisiones en estimar los impactos, pero la conducta de cautela de la política monetaria fue y es la adecuada en esta coyuntura. Sobre todo, con la gran incertidumbre que aún existe”.