Entre el 1 y el 7 de octubre, en más de 80 países celebramos simultáneamente la Semana Mundial del Inversionista, iniciativa liderada en Chile por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) e impulsada a nivel mundial por la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO), que tiene por objetivo promover la educación financiera y la protección de los inversionistas.

En esta segunda versión de la Semana Mundial del Inversionista, a los esfuerzos de la CMF también se han sumado actores de mercado, la academia y otras entidades del sector privado que apoyan esta iniciativa, todos con el objetivo común de mejorar la protección de los inversionistas y ahorrantes mediante actividades que promueven la educación financiera.

En la CMF estamos convencidos de la importancia de aunar esfuerzos públicos y privados en educación financiera, conscientes que el desarrollo significativo del sistema financiero en Chile se ha traducido en una mayor oferta y acceso a productos y servicios financieros, una expansión del acceso a crédito y medios de pago y una mayor tenencia de activos financieros a nivel de hogares, lo que evidencia la importancia de que las personas cuenten con herramientas que les permitan enfrentar de mejor manera las múltiples alternativas que se les ofrecen.

A lo anterior se suma un entorno de creciente complejidad y sofisticación de los productos financieros, la rápida evolución de las innovaciones tecnológicas y una mayor facilidad de acceso a las plataformas de inversión en línea, lo cual puede acentuar las asimetrías de información que enfrentan los inversionistas y la necesidad de tomar conciencia de los riesgos y alternativas que se deben considerar al momento de tomar decisiones de ahorro, inversión, endeudamiento o la contratación de un seguro.

Tenemos desafíos pendientes en este ámbito. Una mejor inclusión financiera no implica solamente avanzar en el acceso a instrumentos y servicios financieros, sino también contar con adecuados estándares de protección de los consumidores y mejorar los niveles de alfabetización financiera.

Creemos que el desarrollo de una cultura de educación financiera en que las personas cuenten con capacidades para planificar y tomar decisiones de ahorro, endeudamiento e inversión conscientes y bien informadas, también puede contribuir a cambiar el comportamiento y alertar a las personas ante ofertas tentadoras y posibles esquemas que conllevan a estafas o evitar la inversión en productos excesivamente riesgosos para su perfil o necesidades.

En ese sentido, actividades como la Semana Mundial del Inversionista buscan sensibilizar tanto a los agentes de mercado como a la ciudadanía en esta importante materia, teniendo claro que la confianza de los consumidores e inversionistas es un factor esencial para el desarrollo y sostenibilidad del sistema financiero.