El gobierno de Donald Trump anunció este jueves la prohibición en EEUU de la mayoría de los cartuchos aromatizados para cigarrillos electrónicos, sin llegar a la prohibición total con la que se había comprometido en septiembre. Esto luego de una seguidilla de muertes relacionadas al vapeo en distintas ciudades estadounidenses.
La Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) anunció que a partir de febrero no se permitirá la venta de las recargas con aromas distintos a tabaco y mentol, salvo que hayan obtenido una autorización específica de las autoridades.
El objetivo es prevenir el vapeo entre los más jóvenes, dijo el secretario de salud Alex Azar, quien en septiembre había anunciado que todos los sabores, incluido el de mentol, serían prohibidos.
La industria del tabaco y del vapeo se movilizó todo el otoño boreal para presionar a Trump para que diera marcha atrás en su compromiso, advirtiéndole del costo potencial de empleos en el sector y de votos durante las próximas elecciones presidenciales.
A fines de noviembre, el Congreso aprobó una ley que aumentó de 18 a 21 años la edad mínima para comprar productos de vapeo, que entrará en vigencia después del verano.
El compromiso anunciado el jueves por la FDA inicialmente dejará en el mercado cigarrillos electrónicos que no funcionan con este tipo de cartuchos y que se venden principalmente en tiendas especializadas, las "vape shops".