El gobierno de Donald Trump impuso el miércoles nuevas sanciones y otras medidas punitivas a los gobiernos de Cuba y Venezuela, buscando incrementar la presión de Estados Unidos sobre La Habana para que deje de apoyar al presidente venezolano, Nicolás Maduro.

En un evento ante un grupo de exiliados cubanos en Miami, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, dijo que Washington estaba apuntando a los servicios militares y de inteligencia de Cuba, incluyendo una aerolínea de propiedad militar, para aplicar sanciones adicionales y restringir los viajes y el comercio con la isla.

El discurso de Bolton se dio luego de que el Departamento de Estado anunció el miércoles que eliminará una prohibición de más de dos décadas que impedía que ciudadanos estadounidenses presentaran demandas contra empresas que usan propiedades incautadas por el gobierno cubano desde la revolución de 1959.

El departamento de Estado dijo que la medida podría dar paso a reclamaciones legales por miles de millones de dólares y ha motivado críticas de aliados europeos y canadienses, cuyas compañías tienen intereses en Cuba. La decisión de Trump entrará en vigor el 2 de mayo.

Inversión extranjera

El gobierno cubano, que podría ver obstaculizados sus esfuerzos por atraer nueva inversión extranjera, la criticó como un "ataque al derecho internacional".

Bolton dijo que Estados Unidos también anunció sanciones al Banco Central de Venezuela, restringiendo las transacciones estadounidenses y prohibiendo el acceso a dólares por parte de una institución que calificó de crucial para mantener a Maduro en el poder, y a Nicaragua.

Más tarde, el presidente de Venezuela calificó las medidas como "unilaterales, totalmente ilegales e inmoral".

"Los bancos centrales en el mundo son sagrados, todos los países los respetan, nadie se mete con un banco central de ningún país", dijo Maduro. "Veo al imperialismo como loco, desesperado", agregó.

Además de acusar a Cuba de apoyar a Maduro, Bolton aprovechó la oportunidad para emitir una advertencia a "todos los actores externos, incluida Rusia" contra el despliegue de activos militares como soporte al líder venezolano.

"Estados Unidos considerará tales acciones provocativas como una amenaza para la paz y la seguridad internacionales en la región", dijo Bolton, al señalar que Moscú envió recientemente dos aviones con 35 toneladas de carga desconocida y 100 militares.

Sin embargo, parece poco probable que Cuba ceda a las demandas del gobierno de Trump para que dé la espalda a Maduro, un fuerte aliado de La Habana desde hace tiempo. El presidente venezolano también cuenta con la lealtad de los militares de su país, pese a duras sanciones estadounidenses.

"Nadie va a arrebatarnos, ni por la seducción ni por la fuerza, 'la Patria que los padres nos ganaron de pie'", escribió el presidente Miguel Díaz-Canel en Twitter. "Los cubanos no nos rendimos", agregó.

Bolton fue interrumpido frecuentemente por aplausos durante su discurso ante una organización de veteranos de la fracasada invasión de Bahía de Cochinos en 1961, apoyada por Washington para derrocar al gobierno comunista de Fidel Castro.

Remesas

Entre las medidas anunciadas están el límite a envíos de remesas que ciudadanos estadounidenses mandan a Cuba a 1.000 por persona en un trimestre.

Además, Estados Unidos restringía aún más los viajes "no familiares" de estadounidenses a Cuba, aunque no ofreció detalles y mencionó a la aerolínea cubana Aerogaviota, operada por militares, entre los cinco nombres que se agregaron a la lista de sanciones de Washington contra La Habana.

En tanto, la Secreraría de Relaciones Exteriores de México dijo en un comunicado el miércoles por la noche que lamentaba la decisión de Estados Unidos "de aplicar por primera vez en la historia el Título III de la Ley Helms-Burton".

Agregó que el gobierno trabajará para proteger a las empresas mexicanas que tienen intereses comerciales en Cuba y que pudieran verse afectadas.