Con el objetivo de evitar que Google, de Alphabet, “mantenga ilegalmente monopolios a través de prácticas anticompetitivas y de exclusión en los mercados de búsqueda y publicidad de búsqueda y para remediar los daños competitivos”, el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ), junto a fiscales generales de 12 distritos, interpuso una demanda que abre el caso antimonopolio más grande en las últimas dos décadas en Estados Unidos.
“Hoy, millones de estadounidenses dependen de Internet y las plataformas en línea para su vida diaria. La competencia en esta industria es de vital importancia, razón por la cual el desafío de hoy contra Google, el guardián de Internet, por violar las leyes antimonopolio es un caso monumental tanto para el Departamento de Justicia como para el pueblo estadounidense”, dijo el Fiscal General, William Barr. En ese marco, Ryan Shores, funcionario del mismo departamento, se limitó a señalar que “nada está descartado” cuando fue consultado si lo que se busca es la ruptura de la compañía.
Esa posibilidad se cuela en el comunicado del DOJ, que se preocupó de dar a entender el calibre de la acción que están emprendiendo poniendo como antecedente a este caso dos famosas demandas. Primero, la que interpuso en 1974 contra AT&T, la cual derivó en la reconfiguración del sistema de telecomunicaciones estadounidense con el quiebre del Bell System en siete compañías y, luego, la de 1998 contra Microsoft, que puso freno al abuso de poderío de la firma sobre las ventas del sistema operativo y del navegador web. Esta última, de hecho, abrió paso al desarrollo de las grandes tecnológicas de hoy, entre ellas, Google.
La demanda
Tras poner las cosas en contexto, el DOJ destacó que con un valor de mercado de US$1 billón (millón de millones) y una participación de mercado de 90%, “Google es el guardián del monopolio de Internet para miles de millones de usuarios e innumerables anunciantes en todo el mundo”, rol que se auto adjudica y defiende utilizando "tácticas anticompetitivas para mantener y extender sus monopolios en búsquedas y publicidad basada en estas búsquedas.
Específicamente, son cuatro las acciones mediante las cuales Google habría “mantenido ilícitamente monopolios en búsquedas y publicidad basada en búsquedas”. Una de ellas es la celebración de “acuerdos de exclusividad, que prohíben la preinstalación de cualquier servicio de búsqueda de la competencia”.
También se la acusa de “entrar en acuerdos de vinculación y otros que obligan a la preinstalación de sus aplicaciones de búsqueda en ubicaciones privilegiadas en dispositivos móviles y las hacen imborrables, independientemente de las preferencias del consumidor”.
En la tercera acusación, se ve envuelta en el lío judicial la gigante tecnológica de la manzana. De acuerdo al DOJ, Google tiene “acuerdos a largo plazo con Apple que requieren que Google sea el motor de búsqueda general predeterminado, y de facto exclusivo, en el popular navegador Safari de Apple y otras herramientas de búsqueda de Apple”. En particular se menciona el lucrativo pago de Google a Apple por ser el buscador por defecto en los celulares IPhone.
Finalmente, el departamento liderado por Barr recalca que la empresa que lleva al banquillo de los acusados “utiliza las ganancias del monopolio para comprar un trato preferencial para su motor de búsqueda en dispositivos, navegadores web y otros puntos de acceso de búsqueda, creando un ciclo continuo y autorreforzado de monopolización”.
Respecto de este entramado de acusaciones, analistas de Sanford C. Bernstein & Co, citados por Bloomberg, aseguran que Google controla la búsqueda en el sistema operativo iOS gracias a un pago anual de US$8.000 millones, aunque en la demanda se habla de hasta US$12 mil millones. Serían acuerdos de esta misma naturaleza los que sostiene con Firefox de Mozilla y con otros fabricantes de celulares, como Samsung.
El empujón del Congreso
El DOJ se decidió poner manos a la obra, reviviendo la dormida Ley antimonopolio Sherman, a semanas de que el comité judicial de la Cámara de Representantes diera a conocer el “Informe de la competencia en los mercados digitales”. Se trata de un documento de 450 páginas, que ahonda en el poderío no solo de Google, sino que también de Apple, Amazon y Facebook.
Con argumentos similares a los presentados por la fiscalía estadounidense, la citada sección del Congreso concluía que en el área de motor de búsqueda “Google ahora disfruta de un poder de monopolio duradero en el mercado de búsquedas generales en línea”. De esta manera, la compañía se ha vuelto “generalmente inmune a la competencia o la amenaza de entrada”
De esta manera, en la prensa estadounidense trasciende que otros distritos tomarán acciones antimonopólicas contra Google, mientras que ya crece el escrutinio a nivel mundial. De hecho, solo el lunes, la máxima autoridad de competencia del Reino Unido dijo que se estaban evaluando demandas tanto en contra de la empresa en cuestión y de Facebook.