La economía estadounidense se estancó casi todo abril. Ahora el mundo está a punto de descubrir cuán profunda es esa contracción.
Se pronostica que los datos del jueves mostrarán que el producto interno bruto de EE.UU. se desplomó un 34,8% anualizado en el segundo trimestre, el máximo en registros que datan de la década de 1940, después de que la propagación del covid-19 obligara a los estadounidenses a permanecer en casa y a los estados a ordenar cuarentenas generalizadas.
A pesar de que la actividad económica repuntó en mayo y junio a medida que flexibilizaron las órdenes de aislamiento, la escala de la disminución en abril probablemente superó con creces cualquier ganancia posterior en el trimestre.
A continuación algunas preguntas y respuestas sobre el reporte:
¿La economía de EE.UU. realmente se contrajo un tercio?
No. La Oficina de Análisis Económico, la agencia gubernamental que compila las cifras del PIB, ha reportado históricamente las cifras titulares como una tasa anualizada. Eso muestra cuál sería el cambio trimestral si durara un año completo.
Antes de la crisis, la economía generalmente crecía unas décimas de punto porcentual cada trimestre, lo que resultaba en un ritmo anualizado que generalmente oscilaba entre 2% y 3%.
Esto significa que la cifra del jueves se verá mucho peor que la realidad. Una contracción de 35% anual significa que la economía fue aproximadamente 10% más reducida en el segundo trimestre que en el primer trimestre.
Aun así, eso iría mucho más allá de la caída trimestral récord sobre una base anualizada —10% en el primer trimestre de 1958— que coincidió con una pandemia mundial de gripe.
La última cifra, que es la primera de tres estimaciones, podría ser revisada en los próximos dos meses y también en los próximos años, como todos los informes del PIB, y las revisiones podrían ser más altas de lo habitual.
¿Qué impulsó la contracción del segundo trimestre?
Principalmente un colapso en el gasto del consumidor, que generalmente representa aproximadamente dos tercios del PIB, ya que los estadounidenses permanecieron en casa, borrando el gasto en restaurantes, tiendas físicas y viajes. Se proyecta que el consumo personal se desplomó en 34,5% anualizado en el trimestre, lo que también sería un récord.
Michael Gapen, economista para EE.UU. en Barclays Plc, proyecta una caída de 36% en el gasto del consumidor el segundo trimestre. Eso se traduce en aproximadamente 25 puntos porcentuales de la disminución anualizada proyectada de 35 puntos en el PIB.
Sin embargo, no se trata solo del consumo personal. Probablemente haya contribuido una disminución de 40% en la inversión residencial y una caída de 50% en el gasto en equipos, así como caídas de las exportaciones e inventarios netos. La única categoría importante que Gapen espera que sea positiva es el consumo y la inversión del Gobierno, aunque agregará menos de un punto porcentual al crecimiento.
Sin embargo, Wells Fargo & Co. proyecta que los desembolsos del Gobierno serán negativos a pesar del enorme estímulo federal. ¿Por qué? Menores gastos por parte de los gobiernos estatales y locales que han recibido menores ingresos fiscales.
¿No regresará la economía con fuerza en el segundo semestre?
Sí, pero la economía podría permanecer por debajo de los niveles previos a la pandemia durante varios años, y la recuperación ya muestra señales de estancamiento.
Se espera que la economía crezca 18% anualizado en el tercer trimestre, según una encuesta de Bloomberg a economistas de principios de julio. Eso sería justo más allá del ritmo récord de 16,7% en el primer trimestre de 1950.
En medio de un aumento en los nuevos casos de coronavirus en el sur y el oeste, muchos estados han pausado o incluso revertido los planes de reapertura, y las medidas de movilidad y las reservas en restaurantes se han estancado. Legisladores están debatiendo otra ronda de estímulo fiscal, dado que los US$600 adicionales en prestaciones semanales por desempleo están a punto de expirar.
Si la economía comienza a deteriorarse, el cuarto trimestre podría mostrar una contracción, dijo Gapen.
¿Qué significa todo esto para las elecciones en EE.UU.?
Los votantes estadounidenses decidirán en tres meses si reeligen al presidente Donald Trump para un segundo mandato bajo un contexto de recesión inducida por el virus y su respuesta a la crisis de salud.
Antes de la pandemia, el objetivo de Trump era un ritmo sostenido de crecimiento económico de 3%. Ahora, el coronavirus ha dejado su propia marca en el legado económico de Trump, con una recesión y probablemente la peor caída trimestral registrada del PIB.
Las cifras del PIB para el tercer trimestre, el repunte anticipado, deben presentarse el 29 de octubre, solo cinco días antes de las elecciones. Trump es muy consciente de los tiempos.
“Vamos a tener un gran tercer trimestre”, dijo en una entrevista con Sean Hannity de Fox News la semana pasada. “Y lo bueno del tercer trimestre es que los resultados saldrán antes de las elecciones”.
Si bien, en teoría, los resultados pueden influir en algunos decisores de última hora, muchos de los que envían las papeletas por correo ya habrán tomado su decisión, especialmente si esta metodología ocurre en mayor cantidad este año como resultado de las preocupaciones por la propagación del covid-19.