La riqueza es un concepto relativo.

El simple hecho de tener un valor neto de US$1 millón, al parecer, no significa que uno sea rico. Según la encuesta anual de riqueza moderna de Charles Schwab, la cifra para que un individuo se considere rico es de US$2,3 millones. Eso, dice la compañía, es "más de 20 veces el patrimonio neto medio real de los hogares estadounidenses".

También es una disminución muy leve de la media de US$2,4 millones en las dos encuestas anteriores.

Cuanto mayor es la persona, más alta es la cifra, como era de esperar. Entre los "baby boomers" (de edades comprendidas entre los 55 y 73 años aproximadamente), el patrimonio neto medio que necesita para ser considerado rico es de US$2,6 millones, un 35% más de lo que los mileniales consideran el precio de admisión a la plutocracia.

Para considerar que alguien tiene cierta holgura económica, el patrimonio neto requerido se reduce significativamente. La cantidad media era de US$1,1 millones, y solo la Generación Z (aproximadamente entre los 9 y los 22 años, aunque en la encuesta de Schwab era de entre 18 a 22 años) citó una cifra inferior a US$1 millón (US$909.600, para ser exactos).

La encuesta de Schwab, basada en una muestra nacional de 1.000 estadounidenses de edades entre 21 y 75 años, también reveló que la mayoría de los estadounidenses realmente desean propiedades inmobiliarias. Más del 50% de los encuestados a lo largo de las generaciones dijeron que si recibieran inesperadamente US$1 millón, lo gastarían, y la compra más mencionada era un lugar para vivir, especialmente entre los mileniales (aproximadamente entre 22 y 37 años).

Esos mileniales también estuvieron en desacuerdo con la premisa de la encuesta. Más del 75% dijeron que su definición personal de riqueza se refería realmente a la forma en que viven sus vidas, en lugar de cierta cantidad de dólares.

No obstante, el 60% no están preocupados ya que planean ser ricos en un período de uno a 10 años. Los resultados de la encuesta sugieren una estrategia interesante para ayudarlos a conseguir su objetivo: ignorar los comentarios de amigos en las redes sociales.

¿Cómo es eso? Bueno, parece que la codicia virtual ha cobrado vida propia para la generación digital. De acuerdo con la encuesta, el gasto excesivo debido a lo que ven en las redes sociales (junto con la facilidad con la que cobra su dinero en efectivo) fue la mayor influencia "negativa" para la gestión de su dinero.

Y la influencia negativa de las redes sociales en el gasto seguirá creciendo. En marzo, Instagram anunció que estaba probando una función de compra llamada Checkout, que permite a los usuarios adquirir artículos directamente dentro de la aplicación, en lugar de ser reenviados al sitio web de un minorista. Adiós a la solución única de compra, ahora ni siquiera necesita eso.

El 59% de los estadounidenses encuestados dicen que viven nómina a nómina, por lo que la gratificación instantánea tiene un alto precio. Si bien una economía fuerte y un bajo desempleo está ayudando a los consumidores a mantenerse al día con el pago de su deuda, los mayores bancos de Estados Unidos están registrando pérdidas en tarjetas de crédito superiores a los préstamos para automóviles y viviendas a una tasa que no se ha visto en al menos 10 años.

Y cuando el fondo finalmente ceda, lo último en lo que pensarán la mayoría de los estadounidenses es si cumplen los criterios para considerarse ricos.