Una de las condiciones que ha colocado la oposición es que la reforma sea financieramente sustentable. Por lo mismo, los ministros de Hacienda, Felipe Larraín, y de Trabajo, Nicolás Monckeberg, participaron de la sesión extraordinaria de la comisión de Trabajo, con el objetivo de aclarar dudas y presentar nuevas proyecciones fiscales hasta el 2050.

En ese contexto, el ministro de Hacienda señaló que "tenemos holguras fiscales suficientes para financiar responsablemente la Reforma de Pensiones" y explicó que casi todos los proyectos, cerca de un 95%, se financian con holguras fiscales.

De esta manera Larraín señaló que el financiamiento fiscal se va a tender a normalizar al 2040, llegando a un aporte del 0,89% del PIB, es decir, superaría los US$5.000 millones anuales. De hecho, para el 2050 se estima que el gasto fiscal previsional será de US$6.448 millones cada año.

Pero el mayor problema en la comisión se dio por las "holguras", ya que los parlamentarios de oposición criticaron que ésta sea la fuente de financiamiento.

En cuanto a estas "holguras" el ministro de Hacienda sostuvo que a 2023 sin reforma de pensiones, las Holguras alcanzarían los US$4.886 millones, versus con reforma que serían US$3.562 millones (el costo de la reforma sería de US$1.336 millones).