El escenario económico no se percibe auspicioso. Una señal de aquello se reflejó en el ajuste que realizó la Encuesta de Expectativas Económicas de noviembre: para este año la recortó desde 2,5% a 1,9%, mientras que para 2020 bajo de 3% a 2,3%.
Para el corto plazo, el mercado espera un Imacec negativo en octubre (-0,4%) y con una probabilidad de que noviembre también sea negativo.
Con esos antecedentes sobre la mesa, la puerta sobre una posible recesión -al menos técnica-la abrió ayer el expresidente del Banco Central, José De Gregorio. Todo esto debido a las consecuencias negativas que ha tenido para la economía nacional las protestas y violentas manifestaciones que tienen al país funcionando a media máquina desde el 18 de octubre.
"Tenemos una economía que va a estar extremadamente débil, que significa que no podemos descartar que el próximo año tengamos recesión (técnica)", dijo el también decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile a Radio Cooperativa.
Una recesión es un decrecimiento de la actividad económica durante un periodo de tiempo. Oficialmente se considera que existe recesión cuando la tasa de variación anual del PIB es negativa durante dos trimestres consecutivos.
En este caso, los economistas afirman que hay una probabilidad cierta de que el último trimestre de este año registre en términos desestacionalizada y anualizada una contracción en relación al tercer trimestre, y si el escenario de crisis se mantiene esto podría extenderse hasta el primer trimestre del próximo año. "La recesión técnica ya es altamente probable. Ahora, un crecimiento del PIB 2020 negativo todavía es evitable con una probabilidad aun mayoritaria", señaló el economista de EuroAmerica, Felipe Alarcón.
Los economistas también afirman que la caída del último cuarto del año puede darse en su cálculo en doce meses. "El cuarto trimestre podría ser efectivamente negativo año contra año. El primer trimestre de 2020 estaría al filo de estar en terreno negativo, aunque a decir verdad el escenario es muy difícil para hacer proyecciones. Hay mucho pesimismo a todo nivel y eso lógicamente contamina los pronósticos", subrayó Alarcón.
Una visión más matizada tuvo Nicolás Birkner, director de estudios económicos CorpResearch, quien acotó que "tiene algún grado de probabilidad, indudablemente, pero no considero que sea el escenario central o de mayor probabilidad aún. Es bastante probable que durante el cuarto trimestre sí veamos un crecimiento nulo o incluso una contracción de la actividad, tanto en la variación trimestral de la serie desestacionalizada como en términos del mismo trimestre del año anterior, donde la base comparativa es exigente.
Sergio Lehmann, economista jefe de Bci, aseveró que "en la medida que no se normalice el funcionamiento de la economía, ciertamente aparece una probabilidad importante de que ello ocurra". Una visión distinta entregó el economista de LyD, Tomas Flores, quien sostuvo que ese escenario es "improbable, ya que si bien el cuarto trimestre será muy afectado, en el primer trimestre del 2020 la actividad tendrá una recuperación, de la mano de la mayor demanda externa, como la reconstrucción de la infraestructura destruida".
La menor actividad de la economía también tendría efectos en el empleo. De hecho, De Gregorio afirmó que podría haber "un desempleo por encima del 10%, por todo lo que ha impactado esta crisis a la actividad económica, a las pymes, a toda la gente que no ha podido seguir trabajando, la caída de demanda". La última vez que superó el 10% fue en 2009. El resto de los economistas tiene como escenario de riesgo que el desempleo llegue a 10% en los próximos meses. "De aquí a marzo la tasa de desempleo podría superar los dos digito si no hay una pronta solución", dijo Alarcón. Birkner, en tanto, acotó que "dada la tasa actual, para llegar a los dos dígitos alrededor de 250.000 personas, o más, tendrían que perder su trabajo, lo que me parece excesivo en el escenario actual".