Uber informó una disminución de los ingresos en el cuarto trimestre, lo que demuestra que la demanda de entrega de alimentos no está compensando una caída en el número de pasajeros.
Las ventas cayeron un 16% a US$3.170 millones, por debajo del promedio de las estimaciones de los analistas compiladas por Bloomberg. El desempeño en Canadá, América Latina y Estados Unidos fue particularmente pésimo. La acción bajó alrededor de un 1% en operaciones extendidas.
A pesar del déficit, la compañía con sede en San Francisco redujo su pérdida en el trimestre que terminó en diciembre, aprovechando una ola de acuerdos que abandonaron algunas de sus actividades más fantasiosas.
Resulta que los vehículos autónomos y los autos voladores no estaban ayudando a Uber a lograr su objetivo de una ganancia trimestral antes de intereses, impuestos y otros gastos para fines de este año. En el cuarto trimestre, cuando vendió esas dos unidades de negocio a nuevas empresas a cambio de capital, Uber registró una pérdida ajustada de US$454 millones, superando las estimaciones de los analistas.
En sus resultados trimestrales publicados el miércoles, Uber dijo que todavía está en camino de obtener una ganancia ajustada en algún momento de este año. Y reveló otra venta de activos, confirmando un informe de Bloomberg en septiembre de que estaba vendiendo parte de su participación en la empresa china de transporte compartido Didi Chuxing. Uber afirmó que vendió US$207 millones de acciones y tiene un acuerdo para vender US$293 millones más.
Uber no ofreció un pronóstico en el informe. El director ejecutivo, Dara Khosrowshahi, indicó que es posible que no lleguen tiempos mejores hasta el verano. “Somos optimistas de que podemos ofrecer un fuerte crecimiento y ampliar los márgenes en la segunda mitad del año”, expresó en una conferencia telefónica con analistas.
Antes de que la pandemia de coronavirus trastornara a Uber, la compañía tenía ambiciones del tamaño de Amazon.com. La creciente demanda del producto principal de Uber, los viajes, obligó a Khosrowshahi a vender o abandonar iniciativas costosas y reducir el gasto. Su estrategia se basa en dos negocios: entrega y transporte.
A medida que la pandemia se prolonga, la entrega es la estrella. La unidad continuó su aumento, con un crecimiento del 130% en el cuarto trimestre a US$10,05 mil millones en reservas brutas. Los analistas esperaban US$9,77 mil millones.
En medio de todos los recortes de costos, el delivery es un área en la que Uber ha invertido mucho. Finalizó la compra por US2.650 millones de dólares de la empresa de entrega de alimentos Postmates a fines del año pasado y acordó adquirir el proveedor de entrega de bebidas alcohólicas Drizly Inc. por US1.100 millones. Esta última adquisición complementa el negocio de alimentos de Uber e impulsará el crecimiento, escribió el analista de JMP Securities, Ron Josey, en un informe este mes. Morgan Stanley destacó las oportunidades para expandir el servicio a nivel internacional y firmar acuerdos publicitarios.
En viajes, Uber vio que la demanda se recuperaba de manera desigual en diferentes regiones. Las reservas brutas de movilidad se redujeron a la mitad a US$6.790 millones en el cuarto trimestre en comparación con el año pasado, pero han ido aumentando desde los días más oscuros de la pandemia. El desempeño no alcanzó las expectativas de los analistas.
Una métrica observada de cerca, la cantidad de clientes que usan la plataforma cada mes, cayó un 16% a 93 millones en el cuarto trimestre, mejor que las estimaciones de Wall Street.
Uber terminó el año con US$5,6 mil millones en efectivo, más de lo esperado, pero solo alrededor de la mitad de lo que tenía la compañía a fines de 2019.