El Banco Central Europeo finalmente decidió mantener la tasa de depósitos bancarios en -0,40% y dejar sin cambios, en 0,00%, la tasa de referencia, una medida que a primera vista no se ajusta a las expectativas de los inversionistas que esperaban un recorte de tipos debido a la incertidumbre económica.
Sin embargo, el emisor dirigido por Mario Draghi destacó la necesidad de una política monetaria ultra expansiva debido a los bajos niveles de inflación. El mensaje es interpretado por el mercado como una señal de que un recorte de tasas se producirá en la reunión de septiembre próximo.
El organismo dijo también que estudiaría "el tamaño y la composición de una potencial compra adicional de nuevos activos".
En el comunicado, el emisor del bloque precisamente dijo que estudia todas las opciones para cumplir con su objetivo de estabilidad de precios, incluido un sistema para mitigar el impacto en los bancos de los bajos tipos de interés y una posible reanudación de las compras de deuda.
La institución reconoce la necesidad de mantener una política monetaria especialmente acomodaticia por un prolongado período de tiempo, a la vista de que las tasas de inflación, incluidas las expectativas de precios, están en niveles persistentemente bajos. Y muestra su voluntad de emplear todos los instrumentos necesarios para garantizar que los precios se mueven en el sentido deseado de forma sostenida.