El Banco de Inglaterra mantuvo su principal tasa de interés sin cambios en el 4,75% el jueves, pero las autoridades se mostraron más divididas sobre si era necesario recortar las tasas para hacer frente a una economía en desaceleración.
Tres de los nueve miembros del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (el vicegobernador Dave Ramsden y los miembros externos Swati Dhingra y Alan Taylor) votaron a favor de recortar la tasa en un cuarto de punto hasta el 4,5%.
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Los economistas consultados por Reuters esperaban que sólo un miembro del Comité de Política Monetaria votara a favor de un recorte.
Pero el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, dijo que el banco central necesitaba mantener su actual “enfoque gradual” para recortar las tasas. “Con la creciente incertidumbre en la economía, no podemos comprometernos a cuándo o en qué medida recortaremos las tasas el año próximo”, dijo.
Los economistas encuestados por Reuters la semana pasada pronosticaron que el Banco de Inglaterra recortaría las tasas cuatro veces el año próximo, pero los mercados financieros han reducido drásticamente sus expectativas en respuesta a un crecimiento salarial más rápido de lo esperado y sólo prevén hasta dos recortes.
El Banco de Inglaterra se ha mostrado menos dispuesto que la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco Central Europeo por reducir las tasas, y este año los ha reducido sólo medio punto porcentual.
Las cifras oficiales del miércoles mostraron que la inflación de los precios al consumidor en Gran Bretaña subió al 2,6% en noviembre, la más alta del Grupo de los Siete países ricos por un pequeño margen, y ligeramente superior a lo que el propio Banco de Inglaterra había pronosticado el mes pasado.
“Se espera que la inflación general siga aumentando ligeramente en el corto plazo”, dijo el Banco de Inglaterra.
Sin embargo, el banco central también redujo a cero su previsión de crecimiento para el último trimestre de este año, frente al 0,3% previsto hace apenas seis semanas.
La economía británica se contrajo en septiembre y octubre (las primeras caídas mensuales consecutivas de la producción desde 2020), según datos oficiales de la semana pasada, y la confianza empresarial se ha desplomado desde que la ministra de Finanzas, Rachel Reeves, anunció un aumento de impuestos de 25.000 millones de libras para los empleadores en su presupuesto del 30 de octubre.
Los miembros del MPC que apoyaron la idea de mantener las tasas sin cambios dijeron que sigue siendo “particularmente incierto” si estos costos más altos se trasladarán a los consumidores a través de precios más altos o conducirán a pérdidas de empleo y un crecimiento más lento de los salarios.
“Los acontecimientos recientes se sumaron al argumento de que se debe adoptar un enfoque gradual para retirar las restricciones de la política monetaria, evitando al mismo tiempo cualquier compromiso de cambiar la política en una reunión específica”, dijeron.
Los tres miembros del MPC que votaron a favor de recortar las tasas dijeron que una postura política “muy restrictiva” corría el riesgo de empujar la inflación demasiado por debajo de su objetivo del 2% en el mediano plazo y crear una cantidad excesivamente grande de capacidad disponible en la economía.
