El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra elevó en 50 puntos básicos la tasa de interés de referencia para sus operaciones, que pasará a situarse en 5%, su nivel más alto desde el septiembre de 2008, según anunció la institución.

La subida de tipos anunciada este jueves, que supone acelerar el ritmo del ciclo de subidas, tras dos aumentos de 25 puntos básicos, amplía a 13 reuniones seguidas la secuencia de incrementos del precio del dinero acometida por el Banco de Inglaterra, que adoptó la decisión por una mayoría de 7 votos a favor y 2 en contra, que preferían mantenerla en 4,50%.

La decisión se conoce un día después de comunicar que la tasa de inflación interanual del Reino Unido se situó en mayo en 8,7%, en línea con la subida de los precios registrada en abril, mientras que el IPC subyacente, que excluye la volatilidad de los precios de la energía, alimentos, alcohol y tabaco, se aceleró tres décimas, al 7,1%, registrando su nivel más elevado desde marzo de 1992.

De su lado, el crecimiento anual del Ingreso Semanal Promedio Regular (AWE) del sector privado aumentó en los tres meses a abril en 7,6%, medio punto porcentual por encima de las expectativas.

En su análisis, el Banco de Inglaterra espera que la inflación siga cayendo significativamente durante el transcurso del año, principalmente como reflejo de la evolución de los precios de la energía, aunque prevé que la inflación de los servicios se mantenga prácticamente sin cambios en el corto plazo, mientras que confía en que la inflación de los alimentos siga cayendo en los próximos meses.

Asimismo, el Comité reconoce que es probable que los efectos secundarios en la evolución de los precios y salarios internos generados por los shocks de costes externos tarden más tiempo en disiparse.

Ha habido noticias significativas al alza en los datos recientes que indican una mayor persistencia en el proceso de inflación, en el contexto de un mercado laboral ajustado y una resistencia continua en la demanda”, advierte.

De este modo, continuará monitoreando de cerca los indicios de presiones inflacionarias persistentes en la economía en su conjunto, incluyendo la estrechez de las condiciones del mercado laboral y el comportamiento del crecimiento de los salarios y la inflación de los precios de los servicios.

Si hubiera evidencia de presiones más persistentes, entonces se requeriría un mayor endurecimiento de la política monetaria”, ha asegurado.