El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra ha decidido elevar en 25 puntos básicos el tipo de interés de referencia para sus operaciones, que pasará a situarse en el 5,25%, su nivel más alto desde abril de 2008, según ha anunciado la institución, cada vez más dividida en la toma de sus decisiones.
La subida de tipos anunciada este jueves, que supone relajar el ritmo del ciclo de subidas, tras el aumento de 50 puntos básicos del anterior cónclave, amplía a catorce reuniones consecutivas la secuencia de incrementos del precio del dinero acometida por el Banco de Inglaterra.
La decisión de subir los tipos en 25 puntos básicos contó con seis votos a favor, mientras que otros dos miembros del Comité votaron a favor de elevar la tasa en 50 puntos básicos y uno optó por mantenerla en el 5%, lo que constata la creciente división interna en el órgano de decisión del banco central.
“Dado el aumento significativo en la tasa desde el comienzo de este ciclo de ajuste, la postura actual de la política monetaria es restrictiva”, ha señalado el Banco de Inglaterra, que seguirá vigilando de cerca los indicios de presiones inflacionarias persistentes y la resiliencia en la economía, incluyendo la evolución del mercado laboral y de los salarios.
“Si hubiera evidencia de presiones más persistentes, entonces se requeriría un mayor endurecimiento de la política monetaria”, ha advertido, reiterando que se asegurará de que los tipos sean lo suficientemente restrictivos durante el tiempo suficiente para que la inflación regrese al objetivo del 2% de manera sostenible en el medio plazo, en línea con su mandato.
La tasa de inflación interanual del Reino Unido se situó el pasado mes de junio en el 7,9%, frente a la subida de los precios del 8,7% en el mes de mayo, lo que supone el menor nivel de inflación desde marzo de 2022, mientras que el IPC subyacente, que excluye la volatilidad de los precios de la energía, alimentos, alcohol y tabaco, se moderó en junio al 6,9%, dos décimas menos que en mayo, cuando había alcanzado su nivel más elevado desde marzo de 1992.
En este sentido, el instituto emisor británico ha señalado que la inflación se mantiene “muy por encima del objetivo del 2%”, aunque confía en que la tasa seguirá moderándose de manera significativa para situarse alrededor del 5% a finales de año.
De tal modo, según la proyección más probable, o modal, el Banco de Inglaterra espera que la inflación retorne al objetivo del 2% para el segundo trimestre de 2025 y que posteriormente caiga por debajo de este umbral en el medio plazo como consecuencia de una cada vez mayor holgura económica que reduzca las presiones inflacionarias internas, junto con la disminución de las presiones de costes externas.
No obstante, el Comité del Banco de Inglaterra continúa juzgando que los riesgos en torno al pronóstico de inflación modal están sesgados al alza, aunque menos que en su anterior proyección de mayo, lo que refleja la posibilidad de que los efectos de segunda ronda vinculados a salarios y precios internos tarden más en disiparse.