El Banco de Inglaterra (BoE) elevó el jueves su tipo de interés de referencia del 1,75% al 2,25% y afirmó que seguirá “respondiendo con contundencia, según sea necesario” a la inflación, pese a que la economía está entrando en recesión.
El Banco de Inglaterra estima que la economía de Reino Unido se contraerá un 0,1% en el tercer trimestre —en parte debido al día festivo extra por el funeral de la reina Isabel II— lo que, combinado con la caída de la producción en el segundo trimestre, cumple la definición de recesión técnica.
Economistas encuestados por Reuters la semana pasada habían pronosticado una repetición de la subida de tipos de medio punto de agosto, pero los mercados financieros habían apostado por una subida de tres cuartos de punto, la mayor desde 1989, salvo un breve y fallido intento en 1992 para apoyar a la libra esterlina.
La medida del Banco de Inglaterra llega después de que la Reserva Federal de Estados Unidos decidiera el miércoles elevar su tipo de interés en tres cuartos de punto porcentual, mientras los bancos centrales de todo el mundo se enfrentan a una economía castigada por la escasez de mano de obra tras la crisis del COVID-19 y por el impacto de la invasión rusa de Ucrania en los precios de la energía.
“En caso de que las perspectivas sugieran presiones inflacionistas más persistentes, incluidas las derivadas de una mayor demanda, el Comité responderá de forma contundente, según sea necesario”, dijo el BoE, utilizando una fórmula similar a la de meses anteriores para referirse a sus intenciones políticas.
El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (MPC por sus siglas en inglés) votó por 5 a 4 a favor de subir los tipos al 2,25%, con el vicegobernador, Dave Ramsden, y los miembros externos del MPC Jonathan Haskel y Catherine Mann a favor de un aumento al 2,5%, mientras que la nueva miembro del MPC, Swati Dhingra, quería un aumento menor al 2%.
El Comité de Política Monetaria también votó unánimemente a favor de reducir los 838.000 millones de libras de deuda pública del Banco de Inglaterra en 100.000 millones de libras durante el próximo año, permitiendo el vencimiento de los bonos y a través de ventas activas, que comenzarán el próximo mes. Esto está en consonancia con el objetivo que declaró en agosto.
El BoE pronostica ahora que la inflación alcance un máximo de algo menos del 11% en octubre, por debajo del 13,3% que preveía el mes pasado, antes de que Liz Truss ganara el liderazgo del Partido Conservador y se convirtiera en primera ministra del Reino Unido con la promesa de limitar las tarifas energéticas y recortar los impuestos.
La inflación se mantendrá por encima del 10% durante unos meses después de octubre, antes de caer, dijo el BoE.
La inflación de los precios al consumo se ralentizó del 10,1% en agosto al 9,9% en julio, su primer retroceso en casi un año.
El viernes, el nuevo ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, dará más detalles sobre los planes presupuestarios del Gobierno, que podrían ascender a más de 150.000 millones de libras de estímulo.
Por su parte, el Banco de Inglaterra dijo que evaluaría las implicaciones de esto para la política monetaria en su reunión de noviembre.
Sin embargo, señaló que la limitación de los precios de la energía, si bien reduce la inflación a corto plazo, aumentará las presiones más adelante.
Antes de la decisión sobre los tipos, los mercados financieros esperaban que el BoE subiera los tipos hasta el 3,75% a finales de año, con un máximo del 5% a mediados de 2023. Hace menos de un año, los tipos del Banco de Inglaterra estaban en un mínimo histórico del 0,1%.
La libra esterlina cayó a su nivel más bajo desde 1985 frente al dólar estadounidense tras la decisión de la Fed del miércoles, aunque ha resistido mejor frente al euro.