El Banco de Inglaterra subió el jueves las tasas de interés para combatir los crecientes precios al consumo, y se convirtió en el primer banco central de las principales economías del mundo que lo hacía desde el inicio de la pandemia del coronavirus.
En una decisión que probablemente aumentaría el costo de hipotecas y préstamos, el banco aumentó su tasa principal de interés desde el mínimo récord de 0,1% a un 0,25% para frenar la creciente inflación derivada de los altos costo de la energía, la falta de mano de obra y otros factores, conforme la economía global se recuperaba de la pandemia.
Fue una decisión algo inesperada debido a la enorme incertidumbre económica en torno a la expansión de la variante ómicron del coronavirus.
La decisión del Banco de Inglaterra llegó al día siguiente de que la Reserva Federal de Estados anunciara que aceleraría las subidas de tasas después de que la inflación alcanzara un récord de 40 años en noviembre.
En cambio, se esperaba que el Banco Central Europeo adoptara una posición más cauta en su reunión del jueves.