El Tribunal Constitucional de Alemania ha encontrado problemas de legalidad en la participación del Bundesbank en el programa de compras de deuda soberana del BCE puesto en marcha en 2015 y ha asegurado en su veredicto de hoy que la acción del Banco Central Europeo no está recogida en los tratados de la UE. Su veredicto, que no afecta al programa extraordinario de compras puesto en marcha a raíz de la pandemia del coronavirus, da además al BCE un plazo de tres meses para resolver esas irregularidades.

Pero el dictamen es un varapalo para la institución europea en un momento crítico y pone en cuestión una de las principales herramientas de política monetaria de los últimos años, además de desafiar la sentencia precedente del TJUE. Fuentes del BCE ya han confirmado que el Consejo de Gobierno celebrará esta tarde una reunión por teleconferencia para analizar la sentencia.

Así, el dictamen establece que el Bundesbank deberá interrumpir las compras de deuda soberana dentro de ese programa (PSPP por sus siglas en inglés) en un plazo de tres meses a menos que el BCE pueda justificar que esas adquisiciones son necesarias. “El Bundesbank no debe participar en la implementación y ejecución de las decisiones del BCE a este respecto, a menos que el Consejo de Gobierno del BCE adopte una nueva decision que demuestre que el PSPP no tiene efectos desproporcionados en la política fiscal”, señala.

El uso de las compras de deuda como supuesto estímulo fiscal, gracias a que aseguran la capacidad de financiación de los estados, es el gran caballo de batalla de las críticas alemanas a la política del BCE. Este veredicto llega en un momento crucial para el BCE, que ha lanzado un estímulo sin precedentes para combatir el impacto económico de la pandemia del coronavirus con un plan de compras extraordinario por 750.000 millones de euros durante este año, ampliable si fuera necesario y sin restricciones a la adquisición de bonos soberanos de un determinado país. El propio presidente del Bundesbank, Jens Weidmann ha señalado esta mañana que Alemania está “en una recesión severa” y ha asegurado que ha destacado que el Consejo de Gobierno ha actuado de forma "decisiva y colectiva".

La decisión del Constitucional alemán ha sido tomada por siete votos a favor contra uno solo en contra y no cuestiona la totalidad del programa de compras de deuda sino solo algunas de sus partes y en lo concerniente únicamente a la intervención del Bundesbank. En virtud de este programa, el BCE ha acumulado en su balance 2,7 billones de euros en bonos soberanos de la zona euro, en buena parte de activos alemanes. El porcentaje de deuda pública que el BCE adquiere de cada país se establece en función de su peso en el capital de la institución, y Alemania es el país con más representación, con el 21,4% del total.

El caso, planteado hace casi media década por un grupo de empresarios y académicos germanos que consideraban que el BCE había sobrepasado los límites de su mandato, ha desatado el nerviosismo en los mercados, que contaba con que los jueces alemanes no darían una opinión contraria a la ya favorable expresada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) en diciembre de 2018.

La reacción de los inversores al veredicto ha sido inmediata, con un repunte de las rentabilidades de la deuda soberana. Así, el rendimiento del bono italiano a una década ha pasado del 1,76% en que cotizaba en el inicio de la mañana al 1,9%, y la prima de riesgo del país ha subido de nuevo a los 250 puntos básicos, tras un alza de 15 puntos.

El programa de compra de deuda pública PSPP, lanzado por Mario Draghi en marzo de 2015, recibió el espaldarazo del TJUE en diciembre de 2018 a consultas del Constitucional de Alemania al considerar que no excedía el mandato del BCE y se encuadra en el marco de la política monetaria, así como al declarar que la compra de bonos soberanos por parte del BCE no incumplía la prohibición de la financiación monetaria, que impide que el BCE conceda ningún tipo de crédito a un Estado miembro.

Las consecuencias

No obstante, y a pesar de que haya ya jurisprudencia del TJUE el Tribunal de Karlsruhe ha insistido en analizar si dicho programa del BCE y las salvaguardas contempladas en el mismo, como la limitación de la clave de capital o de emisor, se ajustan a la legalidad alemana y por lo tanto si el Bundesbank, que sí está sujeto a las decisiones del Constitucional de Alemania, puede seguir participando como hasta ahora en el mismo o son necesarios ajustes en el programa. El alto tribunal considera que sí, con lo que sienta un importante precedente del que podrían tomar nota otros países.

“Me preocupa el futuro de Europa tras el veredicto. La zona euro no puede funcionar si los tribunales nacionales deciden de forma unilateral. Los tribunales de Hungría y Polonia podrían ser los siguientes tras este precedente”, ha señalado el eurodiputado Luis Garicano en twitter.

De hecho, el dictamen del Constitucional alemán abre un nuevo frente de conflicto jurídico en la UE puesto que cuestiona el veredicto de una instancia superior como es el Tribunal de Justicia de la UE. "Reafirmamos la primacía del Derecho de la UE y el hecho de que las resoluciones del Tribunal de Justicia de la UE son vinculantes para todos los tribunales nacionales", ha recordado hoy el portavoz jefe de la Comisión, Eric Mamer, en la rueda de prensa diaria de la institución.

“La decisión del Tribunal Constitucional alemán hace mucho más complicada la emisión de eurobonos y también la solución de la deuda perpetua emitida por un organismo europeo propuesta por el gobierno español. A pesar de que no se mete con la lucha financiera contra la pandemia, hace mucho más complicado “compartir los costes” entre los miembros de la zona euro”, añade el economista Juan Ignacio Crespo.