El BCE se toma un respiro y mantiene sin cambios su política monetaria
institución ha optado por dejar reposar las últimas medidas extraordinarias adoptadas, en espera de ver cuál es su alcance.
No se esperaban cambios y no los ha habido. El BCE ha dejado inalterada sus herramientas de política monetaria tras la reunión del Consejo de Gobierno celebrada hoy. La institución ha optado por dejar reposar las últimas medidas extraordinarias adoptadas, en espera de ver cuál es su alcance y de qué manera están apoyando la recuperación de la economía de la zona euro. Los tipos de referencia siguen en el 0% y la facilidad de depósito, en el -0,5%.
En el comunicado, el BCE insiste en que sigue preparado para ajustar sus instrumentos de política monetaria "a fin de asegurar que la inflación avance hacia su objetivo de forma sostenida, en línea con su compromiso de simetría". En la pasada reunión de junio ya tomó una decisión de calado, cuando anunció el incremento en 600.000 millones de euros, más de lo esperado, del plan extraordinario de compras de deuda por la pandemia, que alcanzará así un volumen de 1,35 millones hasta al menos junio de 2021.
El BCE también recuerda que los activos adquiridos dentro de este programa extraordinario (PEPP) se reinvertirán hasta al menos finales de 2022 y que mantiene vivos los programas de compra de activos previos a la pandemia, por 20.000 millones de euros al mes, más otro programa provisional por 120.000 millones hasta final de año. Manifiesta además su compromiso con continuar suministrando amplia liquidez al Sistema y destaca en particular la última inyección de liquidez TLTRO III, realizada en junio y que recibió peticiones de la banca por 1,3 billones de euros, como vía de apoyar la concesión de crédito a empresas y hogares.
En junio, el BCE también revisó a la baja sus previsiones económicas para la zona euro y advirtió de la elevada incertidumbre que plantea el coronavirus para los meses venideros. El BCE prevé una contracción del PIB de la zona euro este año del 8,7%, que podría ampliarse al 12,6% en un escenario más severo de rebrote de la enfermedad, y un rebote de la economía del 5,2% el año próximo.
En sus últimos mensajes sin embargo, la institución se ha mostrado más optimista y ha llegado a asegurar que aprecia ciertas señales de mejoría. Además, ha reducido de forma notable su ritmo mensual de compras de deuda y en la semana pasada la adquisición de activos dentro del programa extraordinario antipandemia fue la más baja desde su lanzamiento a finales de marzo, por unos 17.500 millones de euros.
El BCE también aguarda con expectación a la cumbre de líderes de la UE que comienza mañana y en la que se debatirá en profundidad el diseño del fondo de reconstrucción europeo. Christine Lagarde ha insistido reiteradamente en la necesidad de un importante estímulo fiscal que ayude a salir de la crisis y sirva de complemento a las medidas extraordinarias del BCE.
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