Desde hace ocho meses, la presidencia del holding Enel Chile es ocupada por un chileno que en tres décadas ha vivido más fuera que dentro de Chile y que ha hecho carrera en el grupo energético de origen italiano. Es Marcelo Castillo Agurto y reemplazó en abril de 2024 al entonces presidente del grupo, Herman Chadwick Piñera. Pero el suyo -un profesional de experiencia técnica, ingeniero civil, industrial y eléctrico de la Universidad Católica- no es el perfil que los controladores del grupo buscaban como presidente del grupo en Chile. Por ello, dicen quienes conocieron esa nominación casi de última hora, su designación tenía un carácter transitorio.

En el mundo eléctrico -privado y público- son varios quienes han escuchado que Enel quiere un nuevo presidente, con un perfil distinto y con dedicación casi exclusiva en Chile. El mandamás de la mayor eléctrica local es relevante, sobre todo ahora que enfrenta una contingencia de marca mayor: tras los prolongados cortes de electricidad derivados de un temporal huracanado en agosto, el gobierno inició un proceso para caducar las concesiones que Enel tiene en 33 comunas de la Región Metropolitana.

Y en todo ese episodio, quien ha tenido mayor protagonismo es el gerente general de Enel Chile, Giuseppe Turchiarelli, que asumió en marzo del año pasado como CEO y llegó a Chile en 2019 como el jefe de finanzas: de las cinco reuniones vía plataforma de Lobby que en 2024 tuvo el italiano con el ministro de Energía, Diego Pardow -tres de ellas después de los apagones-, solo en dos estuvo también Marcelo Castillo.

Es que Castillo es, además, un presidente a la distancia: vive en Roma, donde ejerce un alto cargo en el grupo Enel: es director de asuntos regulatorios e institucionales para Resto del Mundo, abarcando 27 países de todo el continente americano, África, Asia y Oceanía. Todos los meses viaja a Chile: algunas veces se queda varios días, otros, solo algunas horas, dicen quienes han tenido contacto con él. “Castillo tiene muchas más funciones que la presidencia de Enel”, dice alguien que ha interactuado con él.

Pero su gran debilidad es la ausencia de redes en Chile: Castillo entró al grupo Enel en 1990 y en sus 34 años en la compañía ha ejercido cargos en América Latina, España e Italia, Estados Unidos, África, Asia, Medio Oriente. Poco tiempo ha vivido en el país.

Por eso, quienes siguen de cerca la historia de Enel en Chile dicen que en la empresa hay conciencia de la necesidad de un timonel con otras características, distintas de las técnicas y ejecutivas de Castillo, con una mayor presencia pública y redes políticas de amplio espectro. Como han sido todos los últimos presidentes de Enel Chile, antes Enersis.

Herman Chadwick, quien estuvo ocho años y reemplazó en 2015 a Jorge Rosenblut, exsubsecretario general de la Presidencia en tiempos de Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Rosenblut, por años presidente de la ex Endesa, filial de la antecesora de Enersis, había, a su vez, sucedido a Pablo Yrarrázaval, expresidente de la Bolsa de Comercio de Santiago, en 2014: estuvo solo ocho meses, hasta que el caso del financiamiento irregular a la política lo salpicó. Yrarrázaval estuvo más de una década presidiendo Enersis.

Chadwick llegó con un amplio currículum a cuestas: el también primo del expresidente de Sebastián Piñera había sido presidente de la sanitaria Aguas Andinas; de las concesionarias reunidas en Copsa, y había sido consejero de Sofofa y del Centro de Estudios Públicos, CEP.

Su salida fue sorpresiva y lo dejó entrever en sus declaraciones posteriores. “Como todas estas partidas, uno se va triste porque quedaba mucho por hacer, porque uno pensaba que podría haber seguido en el cargo, pero la verdad es que después de ocho años y de todo lo que se hizo bajo mi presidencia, era bueno que viniera un cambio y que viniera un presidente quizás más renovado, más joven”, dijo Chadwick (79 años) a comienzos de abril de 2024 a Pulso. Su sucesor, Castillo, tiene 59 años.

Varias exautoridades de diversas administraciones han recibido una llamada de una empresa de head hunter, confirmó Pulso. La multinacional Korn Ferry ha estado sondeando potenciales candidatos, dice uno de ellos, para un cargo que define como la presidencia de una importante multinacional presente en Chile, focalizada en temas energéticos. Los contactados asumen sin dudarlo que la oferta corresponde a Enel Chile, la matriz de Enel Distribución, la firma que lleva la electricidad a 2.153.129 clientes en la Región Metropolitana, y Enel Generación, el mayor negocio de la compañía que controla el grupo italiano.

Desde Enel Chile dijeron que no es efectivo que hayan activado un proceso formal de búsqueda. Pero en la industria asumen que el cambio se producirá más temprano que tarde. Y si el recambio se produce, quizá en la temporada de juntas de accionistas que se avecina, el nuevo presidente de Enel tendrá la misión de recomponer la relación con los steakeholder, dañada en su negocio de la distribución tras los episodios de agosto. Algo de aquello ha intentado el equipo que dirige Pedro Urzúa Frei, gerente de relaciones externas y sostenibilidad de Enel Chile, quien ha posteado en su LinkedIn reuniones en el último mes con los alcaldes de Lo Barnechea, Felipe Alsessandri; Maipú, Tomás Vodanovic; y José Manuel Palacios, de La Reina. En varias estuvo acompañado de Víctor Tavera, el acontecido gerente general de Enel Distribución, rostro público de la crisis de agosto.

El directorio de Enel Chile que asumió en abril pasado es presidido por Marcelo Castillo e integrado por María Teresa Vial, Pablo Cruz y Pablo Cabrera, además de los italianos Isabella Alessio, Salvatore Bernabei y Mónica Girardi. Esta última renunció. De todos ellos, solo los externos son remunerados como directores de Enel Chile, ya que los italianos, y Marcelo Castillo, son funcionarios de Enel y renuncian a esas dietas.

La posición de la presidencia de Enel Chile no solo es atractiva desde el punto de vista de la visibilidad que entrega, pese a sus contingencias últimas, sino también por la buena remuneración asociada. Herman Chadwick recibió en 2023 de $ 260 millones, entre un pago fijo de $ 186 millones y otros $ 74 millones por asistencia a sesiones ordinarias y extraordinarias. En 2022, percibió $ 250 millones. Los directores no ligados al grupo recibieron $ 172 millones en 2023. Hasta septiembre de este año, según los últimos balances, Marcelo Castillo, no figura con remuneración por la presidencia que detenta de Enel Chile.