Ambos candidatos a La Moneda tuvieron un intenso periodo de ajustes a su programa económico de cara a la segunda vuelta presidencial. Mientras el equipo asesor de José Antonio Kast recorrió un camino menos complejo para consensuar el nuevo documento programático, el grupo de Gabriel Boric tuvo que integrar las visiones de diferentes expertos al plan económico presentado para enfrentar el balotaje.

Los reputados economistas que apoyaron al candidato del Frente Social Cristiano concordaron con facilidad la necesidad de postergar la prometida rebaja de impuestos hasta que la economía muestre un crecimiento más robusto. A su vez, el consejo asesor de economistas que el abanderado de Apruebo Dignidad integró en la etapa final de la campaña, tuvo una influencia clave en la moderación y gradualidad mostrada por el texto final lanzado el 8 de diciembre pasado.

Gabriel Boric

Al mediodía del miércoles feriado 8 de diciembre pasado, en la sede del comando de calle Santa Isabel, en Providencia, Gabriel Boric se reunió con miembros de su equipo asesor económico para revisar por última vez el plan de gobierno ya conocido por su consejo asesor y el grupo de convergencia programática de la centroizquierda.

Fue un día intenso: horas más tarde se lanzó el “Acuerdo de Implementación Programática”, documento de 18 páginas que resumía el consenso de decenas de técnicos de diferentes visiones económicas y que era su carta de navegación para el próximo gobierno.

Sin embargo, el texto es resultado de varios meses de afinamientos, no exento de tensiones internas, desde que Gabriel Boric ganó las primarias de Apruebo Dignidad a Daniel Jadue, el 18 de julio.

Durante los últimos meses, más de 30 profesionales trabajaron en ejes como el tributario, pensiones, laboral, energía y minería, entre otros, liderados principalmente por los coordinadores programáticos Diego Pardow y Javiera Martínez, la ingeniera Claudia Sanhueza y el economista Nicolás Grau.

Personajes clave

El programa original apuntaba a una reforma tributaria del 8% del PIB en un periodo de seis a ocho años y reformas estructurales con fuerte presencia del Estado en el ámbito previsional y salud, lo que provocó resquemor en el sector privado por el impacto en el crecimiento y la salud fiscal, y por la gradualidad de las medidas.

Tras el triunfo de José Antonio Kast en primera vuelta, Boric integró a economistas de mayor peso y más cercanos al centro político a su consejo asesor que ya operaba con el exjefe programático de Paula Narváez, Daniel Hojman, y los economistas Dante Contreras, Fabián Duarte y Stephany Griffith-Jones, entre otros. En noviembre sumó cuatro nombres de experiencia: la académica de la Universidad Adolfo Ibáñez, Andrea Repetto; al expresidente del Banco Central, Roberto Zahler; al presidente de Espacio Público, Eduardo Engel; y al economista de la Universidad de Chile, Ricardo Ffrench-Davis.

“Una de las fortalezas de la campaña en materia programática es que ha podido sumar distintos mundos, entre ellos a los mejores especialistas del país, y canalizar y escuchar sus aportes e ideas”, afirma la coordinadora programática, Javiera Martínez, quien destaca también el aporte al plan del grupo de convergencia programática de las candidaturas de Yasna Provoste y Marco Enríquez-Ominami. En este último grupo participaron Guillermo Larraín, Macarena Lobos, Hernán Frigolett, Andras Uthoff, Ricardo Guerrero y Camilo Lagos, entre otros.

Moderación

Si bien el discurso público de Boric tras el resultado de noviembre negaba cambios de relevancia en su programa gobierno para enfrentar la segunda vuelta, el plan económico final entregó algunas señales de moderación y el relato de sus asesores mostró cambios evidentes. La palabra ‘consenso’ se repetía como un mantra en cada declaración pública.

Según cercanos a Apruebo Dignidad, las recomendaciones del consejo asesor que integró a economistas de renombre, y los resultados de las elecciones parlamentarias, influyeron fuertemente en la moderación y gradualidad de la ambiciosa reforma tributaria de primera vuelta. La propuesta final incluyó una reforma de 5 puntos del PIB para los 4 años de gobierno.

“En las reuniones, los economistas del consejo asesor recomendaron gradualidad, no forzar las grandes reformas y llegar a acuerdos transversales, especialmente en materia tributaria. La economista Andrea Repetto, por ejemplo, llamó a generar mayores consensos y mayor gradualidad en las reformas”, afirmó un cercano a los equipos de trabajo del comando.

En noviembre el equipo asesor, cuyo nexo con el comando eran Nicolás Grau y Claudia Sanhueza, se reunía varias veces a la semana por videoconferencia; la mayoría de las veces se contactaban a través de un grupo especial creado en WhatsApp, el que sigue vigente, pero con menos actividad. Al menos en una ocasión el grupo se reunió con el candidato. Ese consejo de expertos -cuyos nombres circulan como eventuales autoridades de un futuro gobierno- emitió un documento de 6 páginas que hace hincapié el difícil escenario 2022, y que Boric hizo suyo.

“Hubo acuerdos que se plasmaron en el documento. Sobre todo, en materia de consolidación fiscal. La principal diferencia era la gradualidad. Todos están de acuerdo con una carga tributaria mayor en el mediano plazo y que aquello provenga de los altos patrimonios”, sostuvo una fuente del comando.

Un asistente a las conversaciones reveló que el consejo expresó reticencias sobre la gradualidad de los impuestos verdes, la cobertura de la Pensión Básica Universal (PBU) y la fórmula para desintegrar la estructura tributaria. Pero en lo grueso, sus recomendaciones fueron atendidas: gradualidad y priorización. Por ello, por ejemplo, el énfasis en el empleo durante el primer año. “Fue un trabajo fluido que dotó de dosis de realismo”, agrega un economista que participó en esos encuentros.

La pincelada final al programa fue dada por el grupo de convergencia programática con los equipos de Provoste y ME-O, un asunto que políticamente interesaba a Boric -quien se reunió al final con todo el grupo- y que se concentró en las reformas de su programa. P

José Antonio Kast

A diferencia del programa de su rival de Apruebo Dignidad, el escenario para definir el plan económico final de segunda vuelta de José Antonio Kast fue menos complejo y tuvo hitos clave que allanaron el camino para generar un mayor consenso técnico.

En el mundo del candidato de la derecha, sabían que el programa de primera vuelta era más bien “testimonial”, con definiciones gruesas y que apuntaban al electorado más militante. Se trataba de un programa que fundamentalmente apostaba por mantener los pilares del modelo de libre mercado en materia de salud, previsional, junto a una agresiva baja de los impuestos corporativos y al consumo, y un menor tamaño del Estado.

Cuatro días después de haber pasado a segunda vuelta, el abanderado del Frente Social Cristiano anunció los primeros miembros de su nuevo equipo económico, el que finalmente quedó conformado por Sebastián Claro, Patricio Rojas, Claudio Lucarelli, Soledad Arellano, Sylvia Eyzaguirre y José Luis Daza, quien viajó desde su residencia en Nueva York para integrarse al equipo. Del grupo original se mantuvieron la economista Cecilia Cifuentes y el ingeniero comercial de la UC, Eduardo Guerrero. Este último fue el “cerebro” y coordinador económico de Kast durante toda la primera etapa de campaña.

Pese a los matices en sus caminos de especialización como economistas, todos ellos sabían que el principal foco de discusión iba a estar centrado en la propuesta de rebaja inmediata de impuestos que Kast había abrazado antes de la primera vuelta.

Entendían también que el duro escenario económico de los próximos dos años y la debilidad fiscal ponían en entredicho la fuerte rebaja de impuestos tanto a las empresas (del 27% al 17%) como al IVA (del 19% al 17%). Todos compartían con fuerza la necesidad de mantener la responsabilidad fiscal durante el próximo periodo de gobierno.

“Había coincidencia en que la baja de impuestos era algo que no se podría realizar en el corto plazo. No hubo mucha dificultad para poder avanzar en esa línea”, confidenció un economista que participó en el grupo de expertos. Otros integrantes reafirman que todo el grupo compartía la necesidad de que la baja de impuestos no se podía iniciar mientas el país no retomara un crecimiento más alto. “Todos nos alineamos en eso”, comentan fuentes del entorno del candidato.

Reunión clave con Kast

Cercanos al comité de economistas, sostienen que el grupo asesor tuvo al menos tres reuniones con José Antonio Kast para definir el programa final.

“La primera fue la más importante y clave, ya que nos rayó la cancha y nos empoderó totalmente. Nos puso unos tres o cuatro objetivos y nos dio autonomía sobre el trabajo que estábamos haciendo”, afirma un asistente, quien recuerda que dicha cita se extendió entre las 8 de la noche y las 2 de la mañana.

A partir de ese empoderamiento, el grupo comenzó a trabajar con más independencia y celeridad. Tuvo dos reuniones más operativas con el candidato para tratar los ajustes al programa y las ideas fuerza. “Se armó un grupo horizontal, todos con overol, sin primus inter pares”, asegura un integrante del consejo.

La misma fuente asegura que el consejo asesor de José Antonio Kast pidió también opiniones a expertos y economistas externos al grupo, como el expresidente del Banco Central, Rodrigo Vergara.

Desde la interna del candidato del Frente Social Cristiano destacan que el grupo definió repartir las vocerías entre todos los nuevos miembros del equipo durante la etapa de la segunda vuelta, a diferencia de la candidatura de Gabriel Boric, quien siguió operando con su núcleo duro de expertos de la primera etapa de su candidatura.

Crecimiento

La mayoría de las reuniones grupales, que se coordinaban a través del grupo de WhatsApp interno que denominaron “macro”, se realizaron de manera virtual con el fin de optimizar el tiempo. Hubo también varias reuniones bilaterales para tratar temas más sectoriales. Cercanos al candidato comentan que el nexo entre el grupo de economistas y el candidato fue el abogado y exdirector de la Fundación Jaime Guzmán, Marco Antonio González, quien asumió la coordinación general del programa de gobierno de Kast.

Además de cambios en el tema impositivo, el grupo concordó ajustes a las proyecciones de crecimiento. Si bien el programa original planteaba crecer a tasas de entre el 5% y el 7% anual, duplicando en una década el ingreso por persona, los integrantes del consejo coincidieron en centrarse en la meta de elevar el PIB tendencial a entre el 3% y el 3,5% desde el aproximadamente el 2% actual. En este punto hubo matices en torno a la capacidad de la economía chilena de crecer en los próximos cuatro años, comentan fuentes del consejo.

La aplicación de las políticas sociales y su intensidad también fue una materia que generó debate interno. Se discutió la propuesta de mejorar la Pensión Básica Universal y hubo debate acerca del monto extra de cotización previsional de los afiliados al sistema de AFP.

Algunos economistas plantearon un alza del 6% adicional, pero se consensuó un incremento del 4%, más el ahorro que pueda generarse a través del consumo (IVA).

“En general, el ajuste programático de segunda vuelta de Kast fue sin roces y de gran convergencia”, concluye una fuente ligada al proceso de construcción del plan económico del abanderado del Frente Social Cristiano.