“Pese a nuestra decidida intención de incrementar la presencia de empresas chinas en el país, el motivo de este contacto es entregarle los antecedentes que, tras la decisión unilateral de Huawei, han llevado al grave incumplimiento de sus contratos”. El 24 de noviembre, el gerente general y socio de CTF Tecnología, Rodrigo Claverie, le envío una extensa carta al embajador de China en Chile, Niu Qingbao. En varias carillas le explicaba la relación que la empresa había tenido con Huawei y cómo el cierre de sus tiendas hoy los tiene en una compleja situación que se transformó en un litigio legal. El 24 de septiembre, CTF Tecnología, representada por el abogado Cristián Gandarillas, interpuso una demanda de designación de árbitro ante el 9° Juzgado Civil de Santiago. La firma acusa perjuicios por el no pago de compromisos tras el cierre de tiendas. “Todo ello, como consecuencia directa de los incumplimientos y el actuar de mala fe de Huawei”, dice el documento.
Fue hace cuatro meses que el gigante tecnológico decidió poner fin a sus locales en Chile. Ante una fuerte baja en ventas, impactados por la desaceleración y el efecto del bloqueo de EE.UU. -que les impide usar el Android de Google- habían decidido vender sólo a través de ecommerce y retailers.
Tres años antes, no obstante, el panorama era distinto. En 2019, sus planes eran ambiciosos. Firmaron un acuerdo con CTF, de la familia Claverie, cuyo gerente, Rodrigo Claverie, había sido por 15 años ejecutivo de Entel. El objetivo era que la compañía local se hiciera cargo de las tiendas en el país. Se acordó, en líneas generales, que CTF les compraba la mercadería y se quedaba con un 24,5% de margen.
En febrero de 2019 se abrió la primera tienda en Mall Barrio Independencia. A fines de ese ejercicio ya se habían sumado dos más. Y en 2020, se abrieron cuatro. Según se lee en la carta enviada al embajador, debido a la pandemia CTF debió incurrir en un sinfín de gastos ante el cierre total de las tiendas. “Sin apoyo económico alguno de Huawei”, señalan. A pesar de ese escenario, la firma local -dicen- vendió $ 1.400 millones de manera remota. Aseguran que ese año, Huawei decidió reducir de manera unilateral el margen de CTF del 24% al 18%.
El éxito fue tal -se les destacó como los mejores distribuidores de la región- que Huawei transfirió a CTF dos tiendas que operaba otro representante, dicen personas ligadas al negocio. A fines de 2021 se acordó abrir otras dos en diciembre y luego, en 2022, dos más. Y pasaron de 4 a 12 locales.
Todo ello se formalizó mediante la suscripción del contrato Huawei Experience Store Cooperation Agreement, que comenzó a regir el 10 de mayo. En la petición de arbitraje se lee que CTF debió asumir una serie de obligaciones a petición de Huawei: contratar más personal y celebrar nuevos contratos de apertura de tiendas a cinco años con centros comerciales -suscribiendo boletas de garantía y asumiendo como arrendatario-, pese a que era el gigante chino el que escogía el lugar y se encargaba de la arquitectura de los locales y el personal. “Esta situación francamente abusiva tenía como contraprestación que Huawei iba a expandir y potenciar su marca y operaciones en Chile, que en caso de hacer promociones de productos o de no obtenerse los márgenes esperados, se debía proceder a pagar a CTF Tecnología SpA por dichas menores ventas”, señala la acción judicial.
“CTF tuvo que hacer compras importantes para abastecer las tiendas nuevas, compras que fueron exigidas por Huawei”, refrenda la carta al embajador. Compraron unos $ 1.000 millones en celulares a Huawei. Pero dada la desaceleración del retail, la rotación no fue la esperada y se empezó a vender un 30% menos que lo proyectado.
En el segundo trimestre de este año, Huawei les informó que ahora les venderían de manera directa y no a través del representante que empleaban hasta esa fecha. Y modificaron su política de pago, pasando de 60 a 30 días. Desde Huawei acotan que ese cambio en la distribución se hizo en acuerdo entre ambos, en línea con que el margen de CTF aumentara.
Huawei le pidió a CTF reducir costos y la chilena presentó propuestas. Entre ellas, reducir en un 50% la fuerza de venta -de 60 a 30 personas-, ahorrando $ 30 millones al mes. Sin embargo, dicen que Huawei desvinculó más que eso, sin dejar a las tiendas con la dotación necesaria. En el intertanto, CTF redujo un 11% los valores de arriendo con los malls.
Este año hubo reuniones con el CEO de Huawei Devices Chile, Jason Wangjin, y con el encargado de Latam, Cliff Zhangweidang, para presentar la situación -asegura CTF- y bajar costos. Según plantean en la carta al embajador, Huawei se comprometió a pagar US$ 109 mil por las pérdidas incurridas en 2021 y US$ 280 mil por las de 2022. “Todos los compromisos de Huawei fueron incumplidos en el mes de agosto”, se señala. “Huawei decidió poner término a sus operaciones de tiendas en Chile y comunicar a CTF el cierre de todos los locales abiertos hace pocos meses atrás”.
De los $ 1.000 millones adquiridos en celulares, CTF salió a liquidar bajo el costo ante el cierre de las tiendas. Se quedaron con productos avaluados en $ 350 millones.
Desde Huawei precisan que nunca fue el interés cerrar los locales y que aquello respondió a las sucesivas pérdidas para ambas partes. Reconocen que en junio se iniciaron las conversaciones con CTF y que el objetivo era que el cierre fuera parcelado.
En Huawei sostienen que CTF mantenía una deuda importante con ellos y que se acordó un plan de pago. En paralelo, se les pidió el costo de cerrar cinco locales. Precisan, eso sí, que esto era meramente informativo, porque en el contrato constaba que todos los gastos -relación con los centros comerciales y trabajadores- eran de su responsabilidad. Desde CTF estiman que la firma les adeuda $ 1.495 millones por todo este proceso. Hoy la empresa nacional -reconocen- está técnicamente quebrada. Los malls, además, activaron las boletas de garantía.
El objetivo de Huawei era que las tiendas se terminaran de cerrar en diciembre de 2022. Sin embargo, cuentan desde la compañía asiática, el 29 de agosto el gerente general de CTF envió un correo a Huawei anunciando la intención de cerrar todas las tiendas el 31 de agosto. Solicitó reuniones urgentes con la firma de telecomunicaciones, lo que no ocurrió. Desde Huawei sostienen que se había dicho en reiteradas ocasiones que la decisión de cierre era conjunta y planificada, y -lo más relevante- sujeta a confirmación de Huawei, lo que no se habría respetado. Además, debía avisarse con 90 días de anticipación. Y en este caso, CTF notificó por mail a Huawei el 29 de agosto, sin tener respaldo legal para esta decisión unilateral, añaden. El 30 de ese mes, Huawei dio término anticipado al contrato con efecto desde el 30 de noviembre. CTF rechazó la notificación y los acusó de infringir parte de los acuerdos. En Huawei insisten en que el cierre de todos los locales fue articulado por la empresa nacional y no por ellos.
Fuentes vinculadas a CTF explican que tomaron la decisión de cerrar todo al ver que no recibían los pagos a los que se habían comprometido por las pérdidas previas y ante el temor de que los costos siguieran creciendo, sin respuestas. Sólo en arriendo eran $ 80 millones al mes.
El 3 de octubre, Huawei fue notificado de la acción de nombramiento de árbitro iniciada por CTF. El 24 de noviembre, la justicia designó al abogado Óscar Torres Zagal a cargo de la disputa.
En el intertanto, el encargado de Huawei Devices en el país, Jason Wangjin, dejará el cargo por política de rotación de la compañía. Su reemplazante vendría justamente a negociar un arreglo con CTF. Y que el problema no siga avanzando en la justicia.