El mes en que conmemoramos el día Internacional de la Mujer, es un tiempo de reflexión sobre los roles que ocupamos en una sociedad compleja como la nuestra. Sabemos que existen deudas en varios ámbitos con las mujeres, especialmente producto de la pandemia, la que generó un retroceso laboral en que muchas mujeres se vieron obligadas a retirarse de sus trabajos para dedicarse al cuidado de sus hijos o familiares, siendo clave la flexibilidad con la que reaccionó cada empleador ante dicha realidad.

Los datos del Tercer Reporte de Indicadores de Género en las Empresas en Chile, elaborado por el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género y la Fundación ChileMujeres nos muestran un panorama en el cual, si bien las mujeres han mejoraron levemente la representatividad al interior de las organizaciones, de un 40,1% en 2020 a 40,7% el 2021, las cifras son mucho más deficientes en el caso de los directorios, en los cuales la participación femenina alcanza un 12,7%.

La paridad de género no solo debe apuntar a salarios y responsabilidades, sino también a generar espacios en la toma de decisiones a nivel gerencial y directivo. Es allí donde la brecha es más alta y, por tanto, el esfuerzo también debe ser mayor.

Cuando reclamamos más espacios laborales es porque queremos contribuir a un mejor país. Por ello, para lograr una mayor equidad de género, es primordial generar un cambio cultural, a través del cual la corresponsabilidad de la vida familiar y laboral sea más equitativa y fomentada por las empresas.

Un rol clave juegan las acciones que apoyan la inclusión femenina. Una de ellas, que quisiera destacar especialmente por su relevancia, es la Iniciativa Paridad de Género (IPG) del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de la que somos parte como embajadoras. En Caja La Araucana hemos ido creciendo en equidad de género, impulsando procesos de cambio que permitan que las mujeres tomen un rol importante en la institución de cara a lo que nuestra sociedad requiere. La fuerza femenina ha ganado terreno de a poco y sostenidamente, potenciando liderazgos que asumieron tareas que antes eran solamente asignadas a los hombres y abriendo espacios para que más mujeres puedan llegar a esa posición. Y acorde a nuestro propósito de estar más cerca de nuestros afiliados, asumimos la labor de acompañarnos y de estar atentas a quienes confían en nosotros.

Aún estamos a tiempo para sumarnos al Chile del futuro, un país en el que asumamos responsabilidades en igualdad de condiciones. ¿Cuánto nos vamos a demorar? Dependerá de los esfuerzos que todos hagamos y cuánto nos comprometamos para alcanzar una mayor igualdad de derechos, deberes y obligaciones entre hombres y mujeres, condición necesaria para aumentar la competitividad del país y avanzar hacia un desarrollo integral y sostenible.

*La autora de la columna es presidenta del directorio Caja La Araucana