La caída de la industria manufacturera mundial mostró señales de remisión en junio, ya que el repunte de la actividad de China ofrecía cierta esperanza de que Asia haya pasado lo peor de la devastación causada por la pandemia de coronavirus, mientras que el desplome de la actividad de las fábricas europeas se frenó.
Sin embargo, una demanda mundial floja y el temor a una segunda ola de infecciones mitiga cualquier optimismo sobre las perspectivas, y mantendrán la presión sobre los encargados de las políticas públicas para que apoyen a sus economías en dificultades.
En el mundo, la pandemia ha infectado a más de 10 millones de personas y ha matado a más de 500.000. El resurgimiento de nuevos casos en varios países ha llevado a algunos gobiernos a dar marcha atrás en sus planes de reapertura de sus economías y ha alimentado las preocupaciones de que lo peor está por venir.
“No hay intermedio, no hay champagne, sólo directo a la segunda mitad del 2020. ¿Y las perspectivas? Mejor que el primer semestre, pero no tan buenas como podría”, dijo Robert Carnell, de ING.
En sus últimas proyecciones, el Fondo Monetario Internacional esperaba que la economía mundial caiga un 4,9% este año y repunte sólo un 5,4% el año próximo.
Una reciente encuesta de Reuters sitúa la contracción de este año en un más modesto 3,7%, pero que en el peor de los casos la economía mundial se desplomaría un 6,0%.
Aún así, una serie de encuestas empresariales publicadas el miércoles mostraron amplias mejoras en la fabricación en toda Europa y Asia en junio desde las profundidades alcanzadas en abril y mayo. La actividad en algunas economías se orientó hacia el crecimiento, mientras que en otros lugares se profundizó el descenso.
La caída la fabricación de la zona euro no fue tan mala como se pensó inicialmente el mes pasado, después de que más economías del bloque suavizaron las restricciones impuestas para sofocar la propagación del coronavirus, según una encuesta.
Con la caída de los índices de transmisión del virus en gran parte de Europa y la apertura de las economías, el último índice de gerentes de compras de empresas de manufacturas (PMI) de la zona euro de IHS Markit se acercó a la marca de 50 puntos que separa el crecimiento de la contracción en junio.
El PMI subió a 47,4 el mes pasado, por encima de los 39,4 de mayo y cómodamente por delante de una lectura rápida anterior de 46,9. Un índice que mide la producción saltó a 48,9 desde 35,6.
En China, la actividad de las fábricas creció a un ritmo más rápido en junio, después de que la segunda economía más grande del mundo levantó las medidas de bloqueo por coronavirus, según mostró el PMI de Caixin/Markit.
La actividad manufacturera de las potencias exportadoras Japón y Corea del Sur siguió disminuyendo, aunque a un ritmo más suave.
El PMI de Caixin/Markit de China subió a 51,2 en junio desde 50,7 en mayo, la lectura más alta desde diciembre de 2019. Esto siguió a una lectura igualmente optimista del PMI del gobierno chino el martes.