La dimisión del director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), el brasileño Roberto Azevedo, cayó como una bomba este jueves, en plena pandemia de coronavirus que ha desatado una crisis mundial.
Azevedo anunció este jueves que abandonará sus funciones el 30 de agosto, un año antes de poner fin a su segundo mandato, y aseguró que no tiene aspiraciones políticas.
"Se trata de una decisión personal, una decisión familiar, y estoy convencido de que esta decisión sirve los intereses de esta organización de la mejor manera posible", dijo en una video conferencia de los miembros de la OMC.
La salida prematura del brasileño se produce en el peor momento para la economía mundial desde la Gran Depresión, en los años 1930.
El comercio internacional se ve gravemente afectado por la nueva pandemia de coronavirus, que provocó el colapso de la producción, y que llegó a confinar a más de dos tercios de la humanidad.
La OMC atraviesa una crisis profunda desde hace meses, ya que Estados Unidos se opone desde el 11 de diciembre a la renovación del órgano de apelación en los litigios comerciales.
Los países miembros acuden a un órgano de resolución de diferendos cuando tienen un litigio comercial entre sí. Los procesos de resolución son muy largos, suelen durar años, y el órgano de apelación es el que normalmente acaba dirimiendo las controversias.
La renuncia de Azevedo "cae en un mal momento para la institución", estima Sébastien Jean, director del centro de estudios prospectivos y de información internacionales.
“El sistema comercial está profundamente desestabilizado por las tensiones previas, en particular las duras críticas del presidente de Estados Unidos, las múltiples violaciones de los acuerdos, la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la parálisis del órgano de apelación. Sin olvidar las medidas comerciales adoptadas en respuesta a la crisis, en particular las restricciones a las exportaciones diversas y variadas”, explica a la AFP.