El dólar cayó y se toma un respiro tras la jornada de ayer donde cerró al alza. La moneda de Estados Unidos en suelo local bajó de los $810 en medio del alza del precio del cobre, principal soporte del peso chileno, y luego de que se publicara el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de abril, que se ubicó en línea con las proyecciones del mercado.
“Se conoció un dato de Imacec que registró una caída del 1,1% en la actividad durante abril, bastante cercano a las proyecciones existentes, generando poco impacto en el tipo de cambio”, comentó el jefe de estudios trading de Capitaria, Ricardo Bustamante.
En el resto del mundo, los mercados despejan parte de las dudas sobre el futuro de la principal economía del mundo, ya que la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el acuerdo sobre el techo de la deuda del gobierno de la superpotencia y ahora la iniciativa pasa a su Senado. Esto, después de que existía dudas sobre si la iniciativa contaría con el apoyo de la línea más dura de la oposición al gobierno del mandatario Joe Biden.
En concreto, el dólar cae $6,9 respecto al cierre de ayer en la Bolsa Electrónica de Chile (Bec) y llegó a un valor de $803,15 la unidad, bajando de la barrera de los $810.
No obstante, cerca de las 13.00 horas, la moneda de Estados Unidos anotó un mínimo de $800,37 y luego moderó su caída en Chile, según datos de la Bec.
“El peso chileno se fortalece frente al dólar estadounidense, el alza en el precio del cobre explica en gran medida el rendimiento”, destacó el analista de mercados de XTB Latam, Ignacio Mieres.
Además, el peso chileno se impulsaba también gracias al cobre. El valor del metal se veía apoyado por el inesperado crecimiento de la actividad fabril en China, principal consumidor de metales, y el avance del acuerdo de la deuda en Estados Unidos, según destacó Reuters.
De esta forma, el valor a tres meses del cobre sube 1,14% a US$3,71 la libra en la principal bolsa de valores de futuros, Comex. Mientras que, el cobre al contado ganó 2,41% a US$3,72 la libra en la Bolsa de Metales de Londres.
No obstante, ING espera que los precios del cobre se mantengan volátiles en los próximos días, reaccionando a cualquier cambio de política en China, y que alcancen una media de US$ 8.500 por tonelada en 2023.
“A corto plazo, es probable que los precios del cobre sigan dictados por el ritmo de la recuperación económica china, así como por la senda de subidas de tasas de interés de la Reserva Federal”, dijo Ewa Manthey, analista de ING.
En tanto, el dólar en el mundo en un principio subía tras el voto de aprobación de la Cámara de Representantes de Estados Unidos para suspender el techo de deuda, pero luego pasó a registrar pérdidas. El cambio de ánimo también se dio en medio de que los inversionistas recortaron las apuestas de que la Reserva Federal subirá las tasas este mes.
De esta forma, el dólar se encaminaba el jueves hacia su peor pérdida diaria en casi un mes, un día después de que funcionarios de la Reserva Federal indicaron que era probable que el banco central estadounidense omita una subida de las tasas de interés en su próxima reunión.
Funcionarios de la Reserva Federal apuntaron a “saltarse” una subida de tasas en su reunión del 13 y 14 de junio, dando tiempo al banco central para evaluar el impacto de su ciclo de endurecimiento hasta el momento cuando los datos de inflación son todavía altos.
Según la herramienta FedWatch de CME, los mercados prevén un 32% de posibilidades de que la Reserva Federal suba las tasas en 25 puntos básicos en su reunión de junio, frente al 67% de hace un día.
“Creo que el mercado anticipa que el dólar seguirá en una posición en la que luchará contra las divisas de mayor rendimiento”, dijo Edward Moya, analista de mercados de OANDA.
Así, el índice dólar, que compara al billete verde con una cesta de seis destacadas monedas, caía un 0,73%, a 103.56 unidades, tras tocar en la víspera un máximo de dos meses de 104,7 puntos.
Senado en EE.UU.
El Senado de Estados Unidos se disponía el jueves a tramitar un proyecto de ley para suspender el límite de endeudamiento del Gobierno, de US$31,4 billones, y enviarlo al presidente, el demócrata Joe Biden, para que lo firme, con solo cuatro días por delante para evitar una catastrófica cesación de pagos.
Los principales demócratas y republicanos se comprometieron a hacer todo lo posible para acelerar el proyecto de ley negociado por Biden y el líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, que suspendería el límite de deuda hasta el 1 de enero de 2025 a cambio de limitar el gasto.
Queda por ver si algún miembro de sus respectivas bancadas, en particular los republicanos de línea dura enfadados porque el proyecto de ley no incluya recortes más profundos del gasto, recurrirá a arcanas normas del Senado para intentar frenar su aprobación.