El jueves, el presidente argentino, Javier Milei, viajó a Bariloche para participar del Foro Llao Llao, el hermético encuentro que se realiza todos los años en el hotel del mismo nombre y que reúne a lo más granado de la élite empresarial transandina, el llamado “Círculo Rojo”.
Milei asistió en abril del año pasado como candidato al foro organizado por el dueño del lugar, Eduardo Elsztain, instancia en la que ambos se conocieron e hicieron tan buenas migas que hoy por hoy este último es el hombre de negocios más cercano al mandatario.
Elsztain (64, casado y cuatro hijos) ya había sido anfitrión de Milei. El Hotel Libertador, también de su propiedad, fue el búnker del partido La Libertad Avanza en la primera vuelta electoral y Milei se quedó viviendo ahí hasta el 6 de enero, un mes y medio después de ser electo. Según la prensa argentina, abonó con una tarjeta de crédito personal unos US$ 7.600 sólo por la cuenta hotelera hasta el 9 de diciembre, lo que equivaldría a una tarifa rebajada para una suite de US$ 150 diarios. La cuenta restante la habría asumido la Presidencia.
Para la asunción al poder de Milei, Elsztain estuvo junto a otros hombres de negocios en uno de los palcos VIP de la Cámara de Diputados, donde se ubicaron los miembros del círculo más cercano al mandatario: su familia, su futuro gabinete y sus amistades.
Y ya electo, Milei viajó a Nueva York acompañado, entre otros, por Elsztain, quien lo llevó a agradecer su triunfo a la tumba del rabino conocido como el “rebe de Lubavitch”, en torno al cual se yergue una comunidad judía ortodoxa a la que pertenece el magnate, que, según algunos medios de prensa transandino, ha acercado espiritualmente al presidente al judaísmo.
Imperio inmobiliario
Reconocido por su hirsuta barba blanca y por no abandonar la kipá (gorra ritual judía), Elsztain es conocido por ser quizás el mayor empresario inmobiliario del país, aunque está diversificado, además, en Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Chile.
Como miembro del World Economic Forum, del Council of the Americas y de la Asociación Empresarial Argentina, es un portavoz permanente del sector privado en Argentina y en foros internacionales.
“Para que un país crezca, la mejor protesta es trabajar más”, fue una de sus máximas emitida en 2017, cuando se realizaba un paro general en Argentina convocado por la Central General de Trabajadores en contra del expresidente Mauricio Macri.
La compañía holding del magnate es IRSA (Inversiones y Representaciones S.A.), la mayor inversora en bienes raíces de Argentina que cotiza en la bolsa de Buenos Aires desde 1991 y en la de Nueva York desde 1994. Esta inmobiliaria, cuya capitalización bursátil alcanza a los US$690 millones, fue conocida en nuestro país hace más de una década, pues se asoció a Parque Arauco en el desarrollo de centros comerciales como Alto Palermo o Abasto en Buenos Aires, y a Falabella en el Mendoza Plaza Shopping. Actualmente, es dueño del 100% de estos tres y de otros 12 conocidos malls como Patio Bullrich, Alcorta y Alto Avellaneda en la capital trasandina, Alto Rosario y Córdoba Shopping. Además, posee una decena de edificios de oficinas en Buenos Aires, tres hoteles (Libertador, Llao Llao e Intercontinental, también en la capital) y 14 sitios de potencial inmobiliario en Buenos Aires, Montevideo y Neuquén. También es concesionario desde 2018 de los dos centros de convenciones más famosos de la capital trasandina: La Rural y Buenos Aires, así como del conocido recinto para espectáculos DirecTV Arena.
A través de IRSA, Elsztain administra también el Banco Hipotecario, pese a contar con sólo el 30% de la propiedad. La relación del magnate con esta entidad es quizás la más compleja de su historia empresarial, pues en 1997 el Hipotecario fue privatizado en un proceso salpicado de escándalos políticos. Lo compraron varios inversionistas, entre ellos George Soros y un aún joven Elsztain. El proceso derivó en acusaciones por delitos económicos en contra del expresidente Carlos Menem, y otros funcionarios públicos, además del propio Elsztain, pero las denuncias fueron desechadas por la justicia. El banco siguió controlado por privados hasta que en 2002 estuvo a punto de quebrar y el gobierno lo rescató. El Estado pasó a ser el mayor accionista, aunque Elsztain siguió a cargo de la administración. Pero en 2005, quiso incluso dejar el banco, en medio de otra acusación, esta vez de manipulación de precios de acciones, que tampoco avanzó. IRSA hasta hoy es minoritario, pero sigue siendo gestor de la entidad.
En el rubro financiero, IRSA también es accionista junto al Hipotecario en el banco de empresas BACS.
El agro es otra de las líneas de negocio de Elsztain, lo que le permite contar con una estrecha relación con el poderoso gremio del rubro, la Sociedad Rural Argentina. Su principal brazo agropecuario es Cresud, que también cotiza en Buenos Aires y Nueva York, y está avaluada en US$522 millones. La firma, que produce granos de oleaginosas, cereales, caña de azúcar y carne, posee del orden de las 800 mil hectáreas cultivables en 24 campos propios y una concesión de largo plazo, repartidos entre Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay.
La irrupción minera
Sólo hace poco más de una década Elsztain se interesó en la minería. Y su crecimiento ha sido acotado. Pero este negocio es el único que lo ha traído a Chile.
En 2012 creó la compañía Austral Gold, con sede en Sídney, Australia, de la cual es presidente. Su primer activo estaba en Chile: el proyecto de oro y plata Guanaco/Amancaya, situado a 220 kilómetros al sureste de Antofagasta. A 14 años de iniciar esta operación, sigue siendo la única en explotación. Según una presentación, entre 2012 y 2021 produjo 475 mil onzas equivalentes de oro, con un costo promedio de US$760 por onza y un precio promedio histórico de US$1.450. En 2023, produjo 24.879 onzas equivalentes de oro, menos que su pronóstico inicial de entre 34 mil y 38 mil onzas, para una ganancia bruta ajustada de US$6,6 millones. Para este año, espera producir entre 26 mil y 28 mil onzas, en un yacimiento donde calcula reservas por 350 mil onzas.
En Argentina y Norteamérica cuenta también con activos mineros. En su país, tiene la mina Casposo-Manantiales en la provincia de San Juan, que cerró hace unos años, pero donde realiza labores de exploración y calculan 250 mil onzas de reservas de oro, y en Santa Cruz, tiene los proyectos auríferos Pingüino y Sierra Blanca. En Nevada, Estados Unidos, tiene el 24% de la mina Rawhide.
En Chile, en todo caso, sigue abriendo ruta, puesto que recién el 12 de abril ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental un proyecto de explotación de la mina Inesperada, un depósito de oro y plata cercano a Guanaco, donde pretenden invertir US$4 millones. Sus reservas llegan a 1,6 millones de toneladas, con un contenido total estimado de 55 mil onzas de oro, que se pretende explotar mediante un rajo abierto.
“La minería es un negocio en el que estamos trabajando con una compañía que se llama Austral Gold en varias provincias y donde esperamos alcanzar los niveles de inversión y resultado económico para el país que nuestros vecinos en Chile logran”, comentó Elsztain en junio de 2023 en un discurso en su centro de eventos La Rural.
En ese mismo discurso sostuvo que era “optimista” respecto al futuro de Argentina, previendo quizás el triunfo de Milei.
Al menos, en la presentación a la SEC estadounidense de los estados financieros de IRSA al cierre de su año fiscal en el mismo mes de junio, IRSA hizo un comentario sobre las elecciones primarias PASO ocurridas el 13 de agosto de 2023: “El partido político ‘La Libertad Avanza’ obtuvo el más alto porcentaje de votos (29,9%). Javier Milei es el líder de este partido político y, si es elegido presidente, propone un plan para dolarizar la economía argentina, entre otras medidas (tales como cerrar potencialmente el Banco Central). Esto podría tener un efecto negativo sobre la economía del país”, describió.
Quién sabe si Elsztain ha hablado o no con Milei respecto a lo que piensa IRSA sobre el Banco Central o la dolarización. Al menos hasta hoy Milei -que ha emprendido un fuerte ajuste fiscal y lanzó una megarreforma legal económica que tropezó en el Congreso- no ha llevado adelante ninguna de esas dos promesas de campaña.