Una semana caótica parece ser la que vivió la economía argentina. Luego de las declaraciones del domingo pasado -tras un debate presidencial- del candidato Javier Milei, donde calificó al peso argentino de excremento, el dólar informal se disparó hasta los $1.050, llevándolo a nuevos techos. Y el jueves el mercado y las personas sufrieron otro golpe: se conoció que la inflación de septiembre fue de 12,7%, una aceleración respecto del dato agosto de 12,4%. Con esto, el alza del costo de la vida en 12 meses llegó al 138,3% y la acumulada en los primeros nueve meses del 2023 al 103,2%.
El próximo domingo 22 de octubre Argentina vivirá elecciones presidenciales en las que se enfrentará el actual ministro de Economía y oficialista Sergio Massa, la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, y Javier Milei, de La Libertad Avanza.
En este contexto, las empresas chilenas están “expectantes”, así lo señala el director de una compañía con operaciones en ese país. Y si bien desdramatiza la subida del dólar pues “están obligadas por ley a llevar las contabilidades al tipo de cambio oficial, que no ha fluctuado tanto”, agrega que “están acostumbradas a la incertidumbre”. Con todo, el diferencial entre el dólar oficial y el informal es de casi 200%.
En las dos primeras semanas de octubre, la acción de Cencosud pierde 10%, CCU un 3,87%, Falabella un 1,9%, igual que Andina-B, y Concha y Toro 1,14%. En tanto, CMPC se empina 4,19%. Las bajas, según los analistas, en parte se producen porque el mercado estaría descontando la participación de estas firmas en Argentina, pero más en unas que en otras.
“Probablemente seguiremos viendo cierta volatilidad en los precios de las acciones de las empresas con exposición a Argentina, especialmente hacia finales de este año, ad portas de las elecciones presidenciales en este país”, dicen desde LarrainVial Research. Y agregan: “es de esperar que esta incertidumbre se prolongue en la medida que un balotaje en las elecciones no puede ser descartado”.
Desde 2018 se calificó a Argentina como una economía hiperinflacionaria, lo que obliga a las empresas a tratar a ese mercado de forma especial en sus estados financieros. Pero además de dicho problema, la propia situación económica del país ha llevado a empresas chilenas a salir. En 2009, Forus dejó dicho mercado; en 2010 lo hizo Parque Arauco; en 2021 fue Latam y las tiendas por departamento de Falabella. Masisa se retiró en 2022.
Actualmente, las elecciones son el gran tema que las empresas con operaciones en el país están siguiendo. Y el candidato libertario les genera inquietud: “Milei no va a poder cumplir a cabalidad, pero va a reenfocar al país”, dice una fuente de las empresas con presencia en Argentina, pero insiste en que Milei debiera dejar de “hablar leseras”.
Con todo, hay compañías que, según los expertos, tendrían poco impacto por la devaluación reciente del peso argentino, como Concha y Toro, donde la moneda pesa 1%, y CMPC. “Enel Américas tiene muy poco pero además son activos de los que se están desprendiendo”, dice un agente del mercado.
“Estamos ahí por algo”, dicen desde una compañía, aludiendo a que tienen espacio para lograr ganancias en ese mercado tras años de operación. Pero también indican que las áreas de finanzas están preparándose para cualquier escenario, gane quien gane, con el objetivo de seguir operando de forma “normal”, tratando de mantener su exposición al peso argentino acotada.
Con todo, para aquellas donde la moneda transandina es relevante, sí habrá un efecto: por ahora, “lo más importante sería el impacto que tendría la depreciación del tipo de cambio oficial en los balances. Pues si al cierre de junio el peso argentino (oficial) estaba alrededor de $260, en estos días se encuentra en torno a $350. No obstante, el dólar oficial tiene una brecha de más de 180% respecto del dólar informal. Eso podría ocurrir en los próximos trimestres, a partir del tercer cuarto de este año”, dice un agente del mercado.
Cencosud y Falabella
Cencosud es una de las firmas con mayor exposición a Argentina, pero el impacto de la situación económica del país parece llevarlo de mejor forma. En su análisis razonado, la compañía detalló que en el primer semestre los ingresos en dicho país llegaron a $ 1.329.971 millones (en pesos chilenos), equivalente a un 18,6% de los ingresos del grupo, pero dicho porcentajes es menor al 19,9% que llegó a representar para igual período del año anterior, esto aunque crecieron 7,5% año a año. Con esto, el Ebitda de las operaciones en Argentina llegó a $185.330 millones, un 13,9% del total del Ebitda de Cencosud. De hecho, Argentina es el segundo país más importante para el grupo.
Sin embargo, el mayor peso en las cifras de la compañía en Argentina proviene del segmento supermercados, el que tiene menos dificultades a la hora de enfrentar la situación económica.
Marcelo Catalán, jefe de Equity Research de BCI Estudios, señala que “hay que diferencias con flujos en moneda local o las que están más dolarizadas, porque aquellas compañías con costos dolarizados y ventas en peso argentino son las más expuestas, y dentro de esas están Andina-B, CCU y también Cencosud. Pero Cencosud tiene mucha experiencia en traspasar a precio la inflación”.
Además, Catalán cuenta que realizaron análisis para la acción del retail, en el que un escenario adverso implicará llevar a cero su participación en Argentina. “No creemos que ocurra, pero pusimos ese caso extremo, y eso nos da un valor de entre $1950-$2000 por acción”, es decir, por sobre los $1.515,1 en los que hoy cotiza.
Distinto es el caso de Falabella. Luego de la salida de las tiendas por departamentos, el retailer sólo mantiene el segmento de mejoramiento del hogar: Sodimac, con siete locales con una superficie de 72.207 metros cuadrados.
En su análisis razonado, la compañía detalló que en el primer semestre los ingresos cayeron 21,4% año contra año a $56.734 millones, mientras que el Ebitda bajó 17,4%, llegando a pérdidas por $2.636 millones, algo mejor que el Ebitda negativo de 3.190 millones de 2022.
CCU y Andina
En LarrainVial Research tienen bajo cobertura a Andina, CCU y Cencosud, empresas fuertemente ligadas al consumo.
Al respecto, señalan que justamente dicho segmento “ha estado afectado por los altos niveles inflacionarios y la continua depreciación de la moneda”, pero “estas empresas tienen una exposición a consumo básico que se ve menos afectado que el consumo discrecional propiamente tal y han sabido operar en este entorno por varios años”.
“No obstante, una posible depreciación del peso argentino genera riesgo de menores niveles operacionales visto desde una perspectiva de peso chileno, eso podría significar menores niveles de Ebitda a los actualmente esperados por el mercado”, agregaron.
En su análisis razonado, CCU detalló que de los $ 1.306.272 millones en ingresos que reportó en el primer semestre, $ 955.892 millones provenían de Chile, y $300.215 millones de Argentina. Es su segundo mercado, siendo el remanente Paraguay, Uruguay y Bolivia.
En tanto, Andina indicó en sus estados financieros que del Ebitda de $229.486 millones, Argentina representa $50.205 millones, siendo el tercer mercado, detrás de Chile y Brasil.
En el análisis razonado, el vicepresidente ejecutivo de la empresa, Miguel Ángel Peirano, sostuvo que “cerramos el segundo trimestre del año con crecimiento de volumen en nuestras operaciones de Brasil y Paraguay, mientras que nuestra operación de Chile terminó con un volumen plano, y en nuestra operación de Argentina el volumen retrocedió debido en parte a la situación económica por la cual atraviesa dicho país, así como por una huelga que afectó la producción y la venta durante 8 días en mayo”.
Catalán precisa que “en el segmento de bebidas se hace un relevante traspaso y hay coberturas (de derivados), pero es más complejo porque además en el caso de CCU, que son bebidas principalmente alcohólicas, tienen más de un tercio de sus costos dolarizados. En Andina, tienen una exposición menor que CCU al dólar. Mientras más dolarizados estén tus costos y más ventas en pesos, ese es el escenario más adverso”.