¿Chile está navegando con dificultades, como un capitán avezado o bien naufragando, en su manejo laboral en medio de la pandemia global del coronavirus? Aquí solo algunas comparaciones mundiales para tener una mejor idea de las políticas públicas adoptadas a nivel local, que requerirán de casi US$ 12.000 millones, un 4,7% del PIB -que realmente representa un poco más del 1,5% en recursos frescos o nuevos.
Perú lidera gasto regional por PIB en esta crisis; mientras Colombia y Panamá toman medidas
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, cambió de actitud frente al virus y pasó de apreciar, según sus palabras, una “histeria colectiva” a tener que tomar medidas económicas por casi US$ 58.000 millones para enfrentarlo. Entre ellas, destaca la flexibilización de la ley laboral, en la cual el gobierno permitirá a las compañías reducir la carga de trabajo -entre el 20% y el 70%- y los salarios por tres meses. En los casos de empresas que decidan reducir jornadas y salarios, el Estado dispuso de unos US$11 mil millones para pagar el porcentaje del seguro equivalente a la reducción. Por otro lado, en los casos en los que haya suspensión temporal del contrato, el trabajador recibirá un seguro de desempleo completo. Además, habrá una ayuda de US$38 para trabajadores autónomos y una renta básica de US$ 113 mensuales durante tres meses a trabajadores informales.
En tanto en Perú, el gobierno anunció un plan económico para combatir el coronavirus que es el de mayor gasto en relación a su PIB dentro de la región: 12%, equivalente a US$ 26 mil millones. Dos terceras partes se destinarán a impulsar la economía y reconstruir industrias. Asimismo, el Banco Central está preparando un programa para conceder préstamos respaldados por el gobierno por cerca de US$9.000 millones a pequeñas y medianas empresas. El presidente Vizcarra impulsó en marzo un bono por US$ 110, que duplicará en abril, para 3,5 millones de hogares vulnerables. Para la población con un trabajo formal, el gobierno aprobó que los empleados puedan retirar hasta US$ 685 de sus cuentas individuales de Compensación por Tiempo de Servicios, lo que se suma a la suspensión temporal por dos meses del descuento de aproximadamente un 12% del salario que hacen las empresas para los fondos de pensiones.
Para los que están desempleados desde los últimos 12 meses, el gobierno autorizó el retiro de hasta US$580 de sus fondos de pensiones. El gobierno subsidiará hasta un 35% de los salarios de quienes ganen menos de US$428 mensuales.
En Colombia el gobierno creó el Fondo de Mitigación de Emergencias -FOME-, que dota de US$3.800 millones para atender esta crisis. Además, capitalizaron el Fondo Nacional de Garantías (FNG) por unos US$811 millones, lo que le permitirá a la entidad emitir garantías que respalden nuevos créditos para las pymes.
Otro caso que vale la pena mirar es el de Panamá, dado que el país tiene casi el mismo PIB per cápita por paridad de poder adquisitivo que Chile y presenta 1.475 casos y 37 fallecidos. Al igual que nuestro país, los contratos de los trabajadores de empresas cuyas operaciones hayan sido cerradas, se considerarán suspendidos para los efectos laborales, donde los trabajadores no están obligados a prestar el servicio y los empleadores no están obligados a pagar, pero no se ha dado una solución para reemplazar dicho salario por parte de algún mecanismo de cesantía.
Se aplazó la fecha de pago de impuestos y se invertirán US$50 millones para entregar bonos para las personas que vieron perjudicados sus empleos por esta crisis, además de bolsas de comida para los trabajadores afectados.
Los ejemplos que quiere seguir Chile: Australia y Nueva Zelanda
El 30 de marzo, Australia anunció el pago de bonos por casi US$78 mil millones para ayudar a mantener a sus ciudadanos con empleos. En total, el gobierno estima que apoyará a la economía con casi US$192 mil millones a través de sus estimaciones futuras, lo que representaría el 16,4% del PIB anual.
En concreto, el gobierno ofrece un pago de US$330 por quincena para sus ciudadanos con subsidio para solicitantes de empleo, pago de hijos (de padres casados y solteros), subsidio familiar agrícola, y otros beneficiarios de planes especiales. Todos estos grupos ya recibían más de US$330 antes del virus, por lo que se les duplicó el beneficio. Esta medida implicará US$8.500 millones, pero se le suman US$2.400 millones más para otro bono por US$450 quincenales que se les entregará adicionalmente en los próximos meses a algunos grupos de mayor riesgo, como la tercera edad.
Además, el gobierno está ayudando a las empresas australianas a gestionar los desafíos de flujo de efectivo -hasta US$ 60 mil para cada pequeña y mediana empresa elegible- y a retener a los empleados. Si una compañía se ha visto perjudicada de manera significativa por la pandemia, podrá acceder a un subsidio salarial para continuar pagando a sus empleados, dado que bajo el programa JobKeeper, desde el 30 de marzo pueden reclamar un pago quincenal de US$900 por empleado elegible, por un máximo de seis meses. Los desalojos de arrendatarios serán suspendidos por seis meses, por lo que se alienta a los propietarios e inquilinos a considerar acuerdos a corto plazo.
Nueva Zelanda, en tanto, con casi 800 casos confirmados y un muerto, gastará alrededor de US$ 12.100 millones, el 4% de su PIB, para apoyar a las empresas, aumentar los beneficios para las personas mayores y las familias de bajos ingresos, además de subsidiar a las personas que no pueden trabajar debido al autoaislamiento. Específicamente, US$3.000 millones irán directo a subsidios de salarios en el caso empresas que estén enfrentando dificultades para solventarlos. Otros US$1.650 millones se darán en facilidades tributarias para que las empresas puedan tener una mayor disposición de flujos de caja para seguir operando; y más de US$350 millones se designaron para ir al rescate de aerolíneas.
Los más golpeados: China se centra en liquidez, Italia y España amplían beneficios, y EE.UU. impulsa plan billonario
Esta semana, las solicitudes de seguros de cesantía en EE.UU. casi duplicaron las expectativas del mercado y llegaron a 6,7 millones de personas, su récord. Ante esta situación, donde hay más de 257 mil contagiados y más de 6.500 fallecidos, el gobierno de Trump lanzó un paquete de estímulo de US$ 2,2 billones para enviar ayuda a personas y empresas perjudicadas por el coronavirus.
Se contempla el envío de un ingreso universal de US$ 1.200 por adulto que gane menos de US$ 75 mil al año -más del 93% de los contribuyentes- y de US$ 500 por cada hijo menor a 17 años. Se creó un programa de préstamos de US$367.000 millones para pequeñas empresas, que establece un fondo de US$500.000 millones para industrias, ciudades y estados. Además, el programa estipula el impulso masivo al seguro de desempleo y US$150.000 millones para los fondos de estímulo estatales y locales.
Mientras China empieza a retomar paulatinamente su actividad económica y laboral, su banco central ha focalizado sus medidas en mantener la liquidez del mercado y evitar una escasez de efectivo o el aumento de la inflación. Los nuevos préstamos denominados en yuanes se acercaron a los 7 billones de yuanes (unos US$ 988.000 millones) en el primer trimestre. Además, el ente emisor anunció distintas medidas que rebajan las reservas de los bancos pequeños y medianos, para así impulsar los préstamos y la economía real, liberando al mercado alrededor de US$ 56.300 millones de capital de largo plazo. El gabinete chino ordenó aumentar la cantidad y la cobertura de los reembolsos de primas de seguro de desempleo. También iniciaron un plan especial de contratación online de jóvenes universitarios para apoyar en distintas áreas de China.
El país que más ha padecido pérdidas humanas es Italia, nación que se planteó que “nadie perderá su trabajo debido a la epidemia”. Así, con una asignación de 10.200 millones de euros esperan garantizar la retención del empleo y los ingresos. 4.000 millones de euros irán directamente al fondo de desempleo, del que serán compensados quienes hayan visto suspendidos sus contratos. Casi 5 millones de empleados autónomos recibirán una compensación mensual de 600 euros perteneciente al fondo de integración salarial. Se creó un fondo de ingresos de último recurso, que será de unos 300 millones de euros y complementará ingresos para otros 500 mil trabajadores que no sean parte del bono de 600 euros. También están facilitando permisos laborales para trabajadores con hijos, así como un bono para quienes no puedan trabajar desde la casa y deban contratar a una persona que cuide a los niños.
En España el Ejecutivo anunció un plan que movilizará 200 mil millones de euros, casi el 20% del PIB, para mantener el tejido productivo y la economía. Entre las medidas está garantizar el derecho a vivienda y la suspensión de pago de cuentas por un mes -prorrogable- para la población más vulnerable. En lo laboral, el término del momento es el “ERTE”, que es un procedimiento temporal donde los trabajadores de empresas que han cortado su cadena productiva pasan a estar en paro. De esta forma, los que se acojan al ERTE cobran el 70% de la base de su cotización y el máximo que puede percibir son 1.411 euros al mes si tiene dos hijos o más. Algunas empresas están complementando para cubrir incluso hasta el 100% del salario. Los que no tienen hijos reciben un mínimo de 500 euros, y los con hijos tienen una base de 670 euros.P